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1 de cada 4 personas tendrá un ACV en su vida

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El 29 de octubre es el Día Mundial del ACV y se lo elige para concientizar sobre el Ataque Cerebrovascular. ¿Cuáles son los signos de alarma para identificarlo?.

Según las cifras epidemiológicas, “1 de cada 4 personas podría sufrir un derrame cerebral, pero estar activo ayuda a reducir nuestro riesgo” y por eso cada 29 de octubre es el Día Mundial del ACV, para crear conciencia y prevenir.

Debido a que el ACV es prevenible, se decidió que su denominación deje de ser la de Accidente y pase a ser la de Ataque cerebrovascular.

Se trata de la principal causa de discapacidad en el mundo y la tercera causa de muerte en la Argentina.

El Dr. Juan Cruz Di Carlo, médico perteneciente a la Unidad de ACV y al Staff del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Austral, explicó que “la consulta temprana es uno de los factores que se relaciona con el buen pronóstico del paciente y su recuperación, y es por eso que, desde la comunidad médica en general y la neurológica en particular, alentamos a: reconocimiento temprano, consulta temprana”.

Existen dos tipos de ACV:

  • Isquémico, cuando se obstruye una arteria del cerebro (80% de los casos)
  • Hemorrágico, cuando hay sangre en el cerebro.

Según el área que se vea afectada y el tiempo en el que haya sido tratado, serán las consecuencias. De todas maneras, aquellos que sobreviven pueden experimentar distintas discapacidades incluyendo dificultad para el movimiento y el habla.

Signos de alarma:

  • Falta de sensibilidad, debilidad o parálisis repentinas en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
  • Confusión súbita, problemas repentinos para hablar o entender. Perdida súbita de la memoria.
  • Problemas repentinos para ver con uno o los dos ojos.
  • Dificultades súbitas para caminar, mareo, vértigo, pérdida del equilibrio o falta de coordinación.
  • Dolor de cabeza súbito y de máxima intensidad.

El Dr. Di Carlo aseguró que “reconocer tempranamente estos signos de alarma nos debe llevar a una única conducta que es la consulta médica urgente, que debe realizarse sin demora en una sala de emergencias o guardia del centro de salud más cercano. Esto permite al equipo de profesionales de la salud tomar conductas diagnósticas y terapéuticas adecuadas cuyo objetivo es reestablecer la circulación cerebral”.

En inglés se utiliza la nemotecnia F.A.S.T. haciendo referencia a los signos de alerta más frecuentes:

  • F (Face – Cara), cuando hay debilidad de la mitad inferior de la cara de un lado que se pone en evidencia cuando se pide que sonría y solo una mitad de la boca se mueve;
  • A (Arm – Brazo), cuando se le pide que levante los dos brazos y uno se cae y no lo puede sostener;
  • S (Speech – Habla), cuando hay alteración en el habla, no se pueden pronunciar las palabras o es confusa;
  • T (Time – Tiempo), para reforzar el concepto de que cuanto antes se trate, mejor.

Prevenir

Este año, desde la campaña aseguran que, si bien 1 de cada 4 personas puede sufrir un ACV, estar activo puede disminuir la posibilidad de riesgo. Y, además de bailar, recomiendan:

Control de la presión arterial
La mitad de los ACV están asociados a hipertensión arterial. Conocer la presión arterial de cada uno y controlarla modificando el estilo de vida o con medicación, ayudará a reducir el riesgo de ACV.

Ejercitar 5 veces por semana
Más de un tercio de los ACV ocurren en personas que no realizan suficiente ejercicio. Ejercitar de 10 a 30 minutos 5 veces por semana reduce el riesgo de ACV.

Comer una dieta balanceada
Casi un cuarto de los ACV se encuentra asociado a una dieta inadecuada. Llevar una dieta elevada en frutas y verduras, reduciendo el consumo de comidas procesadas, reducirán tu riesgo de ACV.

Reducir tu colesterol
1 de cada 4 ACV están asociados a altos niveles de colesterol “malo” o LDL. Comer dieta baja en grasas, evitar comidas procesadas y realizar ejercicio ayuda a reducir su riesgo. Puede ser necesaria la medicación en algunos casos.

Mantener un peso sano
Casi 1 de cada 5 ACV están asociados a sobrepeso u obesidad. Mantener un Índice de Masa Corporal (IMC) normal ayuda a reducir su riesgo de ACV.

No fumar y evitar ambientes donde se fume
Casi 1 de cada 10 ACV están asociados al hábito tabáquico. Dejar de fumar reduce el riesgo de ACV de cada uno y de las personas al alrededor. Buscar ayuda para dejar de fumar aumenta las chances de tener éxito.

Reducir la ingesta de alcohol
Más de 1 millón de ACV cada año están asociados al consumo de alcohol. Evitar su consumo o reducirlo a una unidad diaria reduce su riesgo de ACV.

Identificar y tratar la fibrilación auricular
Las personas con Fibrilación Auricular (FA) tienen 5 veces más riesgo de tener un ACV que la población general. Si tiene más de 50 años, se debe consultar con su médico acerca de la detección de FA y, en ese caso, tratarla.

Manejar la diabetes
Si tiene diabetes, tiene mayor riesgo de ACV por eso es importante el tratamiento en estos casos.

Manejar el stress y la depresión
Al menos 1 de cada 6 ACV están asociados a la salud mental. Manejar el stress, la depresión, el enojo y la ansiedad son condicionantes fundamentales para reducir el riesgo de ACV.