Una compañía de Seguros, SURA, lanzó su “Seguro contra riesgos cibernéticos“. Este producto brinda al usuario una cobertura para darle respaldo al ecosistema digital y global de las compañías, con especial foco en las Pymes.
En su presentación explican que “hoy por hoy, el riesgo cibernético está presente en todos los ámbitos y refiere a cualquier peligro que proviene del uso y transmisión de información electrónica. Por esta razón, este producto cubre el daño propio, como la recuperación de información digital, la interrupción de actividad empresarial, la extorsión cibernética, las transacciones bancarias fraudulentas y los gastos para proteger su reputación; también los daños a terceros, como la responsabilidad por violación de información confidencial o datos personales, la responsabilidad por software malicioso o virus informático, la publicación en medios digitales y los gastos judiciales y de defensa; y el manejo de crisis, que incluye gastos forenses, de defensa y autoridades administrativas, y los gastos sin previa autorización”.
Para el diseño de esta cobertura se tuvo en cuenta la normativa sobre protección de datos personales, la cual genera mayores cargas para las empresas cargas para las empresas en la gestión de los datos de terceros, implicando una mayor probabilidad de recibir una reclamación por un error. Esto ocurre bajo la creencia que la información es un activo que se debe salvaguardar.
“Hoy en día, los negocios se llevan adelante en el ecosistema digital y global. A través del ciberespacio viajan datos fundamentales para la operación de las compañías, y en los servidores, los data centers y en la nube se almacena información confidencial. Si bien esto incentiva la competitividad entre las empresas, trae aparejado un riesgo importante para ellas, siendo allí donde nosotros detectamos una necesidad del mercado y donde queremos seguir acompañando a nuestros clientes en su crecimiento” dijo Juan Ramallo, Gerente de Líneas Comerciales y Segmento Corporativo de Seguros SURA.
Las pymes pueden verse afectadas por un evento cibernético de varias maneras. Ya sea perdiendo dinero, sirviendo de acceso a objetivos más destacados por medio de su rol o de sus productos y servicios en una cadena de suministro, perdiendo información crítica para administrar su negocio, sufriendo daños reputacionales que afecten la confianza de sus clientes, perdiendo ingresos como consecuencia de la interrupción de su actividad, o bien siendo demandados por las personas afectadas debido al mal uso de la información.
