Una importante actualización de las recomendaciones epidemiológicas y las nuevas precauciones que deberían seguir los países que buscan contener este brote epidémico, fueron los dos mensajes centrales que recalcó el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la conferencia de prensa que dio el lunes por la tarde, resumiendo el estado de la situación pandémica global.
La cifras recopiladas por la OMS indican que -hasta el lunes- hay 167.511 casos confirmados, de los cuales 13.903 son nuevos. Y se contabilizan 6.606 fallecimientos, 862 en las últimas 24 horas.
Ante estos datos Tedros Gebreyesus enfatizó que “no podemos sofocar un incendio a ciegas y detener la pandemia si no sabemos quienes están infectados”. Y repitió que el mensaje de la OMS a las autoridades de salud de cada país es el mismo: “hagan pruebas para detectar todos los casos sospechosos y saber dónde se encuentra el virus, lo que nos permitirá romper la cadena de transmisión”. En ese marco informó que, desde la Organización “ya se distribuyeron casi 1,5 millones de kits de laboratorio para satisfacer la demanda global de análisis, entre los responsables de salud de 120 países”.
Pero de los diferentes comentarios que dejó Gebreyesus uno de los que quedó reverberando fue el siguiente: “hemos visto que las personas infectadas con el COVID-19 todavía pueden seguir contagiando incluso luego de dejar de tener síntomas. Por lo tanto las medidas de aislamiento deberían extenderse a, por lo menos, las dos semanas posteriores al día en que dejó de registrarse sintomatología. Por eso mismo, en ese período extendido, esas personas tampoco deberían recibir visitas”.
Grupos de riesgo
Otra de las ideas fuerza que repitió Gebreyesus fue el de la ampliación de los grupos de riesgo: “Aunque las investigaciones sugieren que el principal grupo de riesgo siguen siendo las personas mayores de 60 años, no podemos olvidar que hay jóvenes, y niños, que también han muerto”, dijo el director de la organización. “Y por eso la OMS ha emitido directrices específicas para el cuidado de los adultos mayores, los niños y las mujeres embarazadas”.
María VanKerkhove, otra médica de la Organización, confirmó que: “los niños se pueden contagiar y pueden infectar y aunque suelen ser asintomáticos o tener síntomas leves, también hemos visto niños morir por el coronavirus. Por eso es importante que los tratemos como población de riesgo”.
Igualmente, no son esos dos las únicas poblaciones vulnerables: “a medida que el virus se extiende entre los países de bajos ingresos, nos preocupa profundamente el impacto que podría tener en las poblaciones con alta prevalencia del VIH o entre los chicos desnutridos”, adelantó Gebreyesus.
Y si bien reconoció que “estamos registrando una rápida adopción de las medidas de distanciamiento social -incluido el cierre de escuelas y la cancelación de eventos deportivos- además de las campañas de educación para el lavado de manos o toser en el codo que son medidas que ayudan a reducir el riesgo para uno mismo y para los demás y minimizar la transmisión”. También destacó que “ninguna de estas medidas basta por sí sola para detener la propagación” y explicó que “lo que no estamos observado todavía es un aumento suficientemente rápido de los testeos, el aislamiento y el rastreo de contactos“. A estas acciones Tedros Gebreyesus las describió como “la columna vertebral de la respuesta” a la lucha contra el COVID-19.
“Tenemos un mensaje simple para todos los países: hagan pruebas, hagan pruebas, hagan pruebas. Hagan una prueba de cada caso sospechoso. Si dan positivo, aíslenlos y descubran con quién han estado en contacto cercano hasta dos días antes de que desarrollaran síntomas, y hagan pruebas a esas personas también.
Finalmente, recordó que, “por ahora la OMS recomienda que todos los casos confirmados, incluso los leves, queden aislados en centros de salud, para evitar la transmisión en forma efectiva y asegurar atención adecuada”. Pero se apresuró a reconocer que muchos países “ya han excedido su capacidad para atender casos leves en centros de salud y aconsejó que, en esa situación, los países le “den prioridad a los pacientes mayores y aquellos que ya tienen otras afecciones de base”.
“Reconocemos que algunas naciones están expandiendo su respuesta acondicionando estadios y o clubes para atender casos leves, dejando los casos críticos en los hospitales”. Otra opción que mencionó es “es posible aislar y atender pacientes con sintomatología leve en su hogar, pero es situación puede poner en riesgo a los cuidadores, por lo que se los debe capacitar para que sepan cómo actuar: por ejemplo, paciente y cuidador deben usar barbijo estén en la misma habitación, entre otras medidas”.