Cada estación del año nos ofrece diferentes tipos de alimentos. En primavera, con la llegada del buen tiempo, nuestra alimentación y nuestro estilo de vida se modifican. Nos vemos más atraídos por alimentos frescos (como verduras y frutas), consumimos mayor cantidad de líquidos y nos movemos más, estamos más activos.
En general, en esta época, muchas personas tratan de bajar de peso lo más rápido posible sin importar las consecuencias nutricionales que esto pueda ocasionar. Se exponen a dietas restrictivas, donde se eliminan varios grupos de alimentos y con un aporte inadecuado de nutrientes y calorías.
En caso de querer descender de peso, el objetivo es poder llevar a cabo una alternativa alimentaria sin “dietas restrictivas”, donde el alimento es más que un transporte de nutrientes y calorías. La comida forma parte de nuestra vida cotidiana, conformando un lenguaje que compartimos con otros y generándonos placer, palabra prohibida si nos pasamos de dieta en dieta.
Si tienen en cuenta estos 7 consejos generales, pueden empezar a modificar sus hábitos alimentarios y de esa manera no tener que hacer ninguna “dieta” más:
- Respetar las 4 comidas principales (Desayuno /Almuerzo/ Merienda/ Cena).
- Incorporar el consumo de 2 a 3 frutas por día.
- Consumir una porción de verdura cruda y una de verdura cocida durante el día. Al menos ½ Plato en almuerzo y en cena.
- Incorporar una porción de cualquier tipo de carne o huevo una vez en el día.
- Consumir en almuerzo ó cena una porción de alimentos ricos en hidratos de carbono (lentejas, papa, batata, choclo, arroz, tarta, fideos, garbanzos, etc) siempre acompañados con verduras (½ Plato de alimentos con hidratos y el otro ½ plato verdura).
- Hidratarse bien, se deben consumir de 6 a 8 vasos de agua por día.
- Realizar una actividad física de manera regular que sea placentera para nosotros y sostenible en el tiempo.
- No es un camino fácil cambiar los hábitos alimentarios, comer algo rico sin culpa, sentir que si no hay restricción y sufrimiento no se van a lograr buenos resultados.
Pero si nuestra alimentación es ordenada y completa vamos a llegar con un “hambre” controlable a las comidas principales sin desesperarnos por comer. Es fundamental alimentarnos de manera consciente y escuchar nuestra panza. En nutrición, la organización es la clave del éxito.
Lic. Julieta Lupardo, nutricionista
de Halitus Instituto Médico