La investigadora francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer A. Doudna recibirán con el Premio Nobel de Química 2020 por el desarrollo de un método para editar el genoma: CRISPR/Cas9.
La Academia Sueca de las Ciencias informó que el Premio Nobel de Química del 2020 le fue otorgado a dos investigadoras Emmanuelle Charpentier de la Unidad Max Planck para la Ciencia de los Patógenos (Alemania) y Jennifer A. Doudna de la Universidad de California en Berkeley (EE UU).
Las galardonadas desarrollaron una de las herramientas más afinadas de la biotecnología: las tijeras genéticas CRISPR/Cas9, con las que se puede cambiar el ADN de animales, plantas y microorganismos con enorme precisión
“El premio de este año trata sobre la reescritura del código de la vida”, resumió Goran K. Hansson, secretario general de la Academia, al anunciar los nombres de las laureadas.
Para que sirven
Usando estas tijeras los investigadores pueden cambiar el ADN de animales, plantas y microorganismos con una precisión extremadamente alta. Esta tecnología está teniendo un impacto revolucionario en las ciencias de la vida, y contribuyendo a nuevas terapias contra el cáncer y puede hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias.
Usando CRISPR / Cas9 es posible modificar el ADN en el transcurso de unas pocas semanas
Los científicos necesitan modificar los genes en las células si quieren descubrir el funcionamiento interno de la vida. Esto solía ser un trabajo lento, difícil y, a veces, imposible. Pero usando las tijeras genéticas CRISPR / Cas9, es posible cambiar el código de la vida en el transcurso de unas pocas semanas.
Esta tecnología está logrando un impacto revolucionario en las ciencias de la vida y contribuyendo a nuevas terapias contra el cáncer y puede hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias
“Hay un poder enorme en esta herramienta genética, que nos afecta a todos. No solo ha revolucionado la ciencia básica, sino que también ha dado lugar a cultivos innovadores y dará lugar a nuevos tratamientos médicos innovadores”, resumió Claes Gustafsson, presidente del Comité Nobel de Química.
Como suele ocurrir a mendo en la ciencia, el descubrimiento de estas tijeras genéticas fue inesperado. Durante los estudios de Charpentier sobre Streptococcus pyogenes, una de las bacterias que más daño causan a la humanidad, descubrió una molécula previamente desconocida, el ARNtracr (o ARNcr trans-activado). Su trabajo mostró que este ARN es parte del antiguo sistema inmunológico de las bacterias, CRISPR/Cas, que desarma los virus al escindir su ADN.
Pero Charpentier fue más allá con el hallazgo del ARNtracr y publicó su descubrimiento en 2011. El mismo año, inició una colaboración con Jennifer Doudna, una bioquímica experimentada con un vasto conocimiento del ARN. Juntas, lograron recrear las tijeras genéticas de las bacterias en un tubo de ensayo y simplificaron sus componentes moleculares para que fueran más fáciles de usar.
En su forma natural esta tijeras genéticas reconocen el ADN de los virus, pero Charpentier y Doudna demostraron que podían controlarse para cortar cualquier molécula de ADN en un sitio predeterminado, lo que permite “reescribir” el manual de instrucciones de los seres vivos.
Aplicaciones revolucionarias
Desde que Charpentier y Doudna descubrieron las tijeras genéticas CRISPR/Cas9 en 2012, su uso se multiplicó. Y usan esta herramienta científicos de ciencias básicas aplicadas, facilitando la creación de especies capaces de resistir el moho, las plagas y la sequía.
En medicina, se están realizando ensayos clínicos de nuevas terapias contra el cáncer, y el sueño de poder curar enfermedades hereditarias está a punto de hacerse realidad. Estas tijeras genéticas han llevado las ciencias de la vida a una nueva época y han comenzado a aportar enormes beneficios para la humanidad.
Un Nobel de mujeres
En el más de un siglo de historia de los Premios Nobel es la primera vez que dos mujeres comparten el de Química, aunque Marie Curie ya lo recibió sola en 1911. El mismo galardón lo ganaron su hija Irène Joliot-Curie (1935), Dorothy Crowfoot Hodgkin (1964), Ada Yonath (2009) y Frances Arnold (2018).
Fuente: Nobel Prize & SINC