Más datos que reafirman la continuidad del cambio climático a largo plazo provocado por la concentración de gases de efecto invernadero
(wwww.neomundo.com.ar / Fuente: OMM) Los años 2015, 2016, 2017 y 2018 han sido confirmados como los cuatro más cálidos jamás registrados, lo que confirma la continuidad del cambio climático a largo plazo provocado por las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero.
Un análisis consolidado de cinco de los mejores conjuntos internacionales de datos, realizado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), revela que la temperatura media mundial en superficie en 2018 superó aproximadamente en 1,0° grado Celsius (con un margen de error de ±0.13°C) a la de la era preindustrial (1850-1900). Se trata del cuarto año más caluroso jamás registrado.
El año 2016, que sufrió la influencia de un intenso episodio de El Niño, continúa siendo el más cálido del que se tenga registro (1,2 °C por encima de la era preindustrial, usada como referencia).
Tanto en 2015 como en 2017 las temperaturas medias mundiales superaron en 1,1 °C las de los niveles preindustriales. Resulta prácticamente imposible establecer una distinción entre ambos años a nivel térmico ya que la diferencia de temperatura es menos de una centésima de grado, lo cual es inferior al margen de error estadístico.
“La tendencia de la temperatura a largo plazo es mucho más importante que la temperatura de cada año, y esa tendencia es al alza”, manifestó el Secretario General de la OMM, señor Petteri Taalas. “Los 20 años más cálidos de los que se tienen datos se han registrado en los últimos 22 años. El ritmo del calentamiento en los últimos cuatro años ha sido excepcional, tanto en la superficie terrestre como en los océanos”.
“No obstante, las temperaturas no son sino una parte del problema. En 2018 los fenómenos meteorológicos extremos y de efectos devastadores afectaron a numerosos países y a millones de personas, y tuvieron repercusiones devastadoras para las economías y los ecosistemas”, señaló.
“Muchos de los fenómenos meteorológicos extremos corresponden plenamente a lo previsible en una situación de evolución del clima. Se trata de una realidad a la que tenemos que hacer frente. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y las medidas de adaptación al clima deberían gozar de máxima prioridad a nivel mundial”, declaró el señor Taalas.
La temperatura media mundial en 2018 fue superior en aproximadamente 0,38 °C (±0.13 °C) a la media a largo plazo del período 1981-2010 (estimada en 14,3 °C). Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales utilizan este período de referencia de 30 años para evaluar los promedios a largo plazo y la variabilidad interanual de los principales parámetros climáticos, tales como la temperatura, la precipitación o el viento, que son importantes para los sectores sensibles al clima, como son la gestión del agua, la energía, la agricultura o la salud.
La OMM publicará en el mes de marzo su Declaración sobre el estado del clima mundial en 2018. Este informe presentará un panorama completo de la variabilidad y las tendencias de temperatura, los fenómenos de fuerte impacto y comprenderá también indicadores clave del cambio climático a largo plazo, como son el aumento de las concentraciones del dióxido de carbono, la situación del hielo marino en el Ártico y en la Antártida, el aumento del nivel del mar y la acidificación de los océanos.
Los registros de las temperaturas tal como los conocemos hoy empezaron en 1850.