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Diez mitos sobre la exposición al Sol y el uso correcto de protectores solares

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El exceso de radiación solar puede producir envejecimiento de la piel
El exceso de radiación solar puede producir envejecimiento de la piel.
  • La radiación ultravioleta (UV) se clasifica en 3 tipos: A, B o C, según su longitud de onda. Tanto la UVA como la UVB pueden afectar la salud. 
  • El exceso de radiación solar puede producir envejecimiento de la piel, cataratas y facilitar el desarrollo de distintos tipos de cáncer de piel.
  • En esta nota, verificamos algunos de los mitos más comunes sobre la exposición al Sol y el uso de protectores solares.

A pesar de que desde hace muchos años con la llegada del verano y las vacaciones, desde asociaciones médicas y organismos gubernamentales se recuerdan consejos y medidas claves para prevenir daños a la salud generados por la exposición excesiva al Sol, aún persisten mitos y conceptos confusos o errados sobre el tema.

“Hoy sabemos fehacientemente que el exceso de radiación solar puede producir envejecimiento de la piel, cataratas y fotocarcinogénesis; es decir, facilitar el desarrollo de diversos tipos de cáncer de piel”, explicó a Chequeado Francisca Starck, docente de Dermatología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) e integrante del staff de dicha especialidad en el Hospital Británico.

Y agregó: “por otra parte, la acción del Sol también puede facilitar otras patologías en la piel, como alergias, urticarias y otras fotodermatosis (N. de la R. erupciones o enfermedades de la piel causadas por la exposición solar)

Por su parte, Ana de Pablo, profesora de la Facultad de Ciencias Biomédicas y subjefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Austral precisó a este medio que “si bien bien no tenemos estadísticas detalladas, dado que mucho de estos tumores no son de denuncia obligatoria, se sabe por estudios internacionales que los cánceres de piel están entre los tumores más frecuentes”. 

Se calcula que 1 de cada 3 personas sufrirá cáncer de piel durante su vida en alguno de sus 3 tipos, aunque no necesariamente en su forma más agresiva. “Sin embargo -apuntó la también miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD)- eso no quiere decir que sean inocuos, ya que conllevan una carga de morbilidad y pueden generar secuelas asociadas pérdida de calidad de vida, además de sumar costos significativos al sistema de salud”.

¿Existe una exposición segura al Sol? ¿Qué protector solar conviene usar? Chequeado consultó a ambas profesionales para aclarar algunos de los mitos sobre este tema.

1. A la mañana temprano y después de las 16 es seguro tomar Sol. FALSO

El cuidado de la piel debe extenderse a lo largo de todo el día. Si bien en nuestro país las radiaciones solares son más intensas y causan un mayor daño en la piel entre las 10 y las 16 hs., eso no significa que fuera de ese horario no existan riesgos. Este es algo menor, pero existe y también se sugiere utilizar protectores solares.

Estos son productos de uso externo que contienen sustancias físicas y/o químicas que actúan como barrera protectora de la piel a las radiaciones solares. Constituyen una defensa de primera línea, siempre que reúnan condiciones necesarias de eficacia, seguridad y calidad del producto.

Es importante entender que la radiación ultravioleta (UV) emitida por el Sol se clasifica en 3 tipos: ultravioleta A (UVA), ultravioleta B (UVB) y ultravioleta C (UVC), según su longitud de onda. Toda la UVC y la mayor parte de la UVB son absorbidas por la capa de ozono de la Tierra, por lo que casi toda la radiación ultravioleta que nos llega es UVA. Tanto la UVA como la UVB pueden afectar la salud. Aunque la radiación UVA sea más débil que la UVB, penetra la piel más profundamente y es más constante a lo largo de todo el año.

2. Todos los protectores solares son iguales. FALSO

Para reducir el impacto de la radiación ultravioleta que recibe la piel, y de ese modo disminuir los daños que provoca, se usan los protectores solares. Éstos se clasifican según su Factor de Protección Solar (FPS), que determina el nivel de defensa que ofrecen contra los rayos UV. Los protectores solares deben ser de amplio espectro, proteger contra los rayos UVA y UVB, y ello debe estar aclarado en su envase. 

A modo de orientación, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda al momento de elegir el protector adecuado tener en cuenta los siguientes datos:

Según el consenso de la Sociedad Argentina de Dermatología, el protector solar debe ser de, como mínimo, FPS 30 o superior. De ese valor hacia arriba la elección correcta recae en función del color, la etnia y las condiciones personales de la piel de cada persona. Lo recomendable es asesorarse con un profesional para elegir el tipo de producto y factor adecuado a la piel, edad y salud de cada persona.

3. El protector solar dura varias horas. FALSO

Todos estos productos fueron diseñados para proteger la piel por lapsos de 2 horas, independientemente del factor de protección que ofrezcan. Luego de ese lapso de tiempo hay que reponerlos. Su colocación correcta implica untar una capa protectora completa, bien distribuida, y que debe ser aplicada entre 20 y 30 minutos antes de la exposición para que la piel lo absorba adecuadamente.

Otro punto importante que recuerdan las expertas es mirar en detalle la etiqueta del producto ya que algunos son resistentes al agua y permiten permanecer en ella entre 20 y 40 minutos, según el caso, sin perder sus efectos protectores. Más allá de ese lapso se recomienda salir, secarse y reponer la protección. Algunas cremas o lociones permiten ser colocadas sobre la piel mojada mientras que otras requieren que la piel esté seca.

4. Estando a la sombra no necesito ponerme protección solar. FALSO

Lo más importante es protegerse del Sol que incide en forma directaSin embargo los rayos solares se reflejan, de distintas maneras e intensidades, en el agua, la arena, la nieve o el cemento. Por lo tanto, aun permaneciendo a la sombra es muy posible que la piel reciba radiación UV y debemos protegerla. 

En general si se va a permanecer al aire  libre, aun bajo la sombra, se recomienda utilizar ropas y accesorios adecuados para protegerse del Sol: gorro o sombrero de ala ancha, ropa de trama apretada (con mangas), anteojos de sol con filtros UV.  También se aconseja que las partes descubiertas del cuerpo se protejan con protector solar.

5. Si está nublado no tengo que protegerme del Sol. FALSO

Según la densidad de las nubes, pasa entre el 50 y el 85% de la radiación ultravioleta. Si está nublado, hay que ponerse protector solar igual. Independientemente del lugar de residencia, todos necesitamos protegernos del sol, y en especial aquellas personas que por su trabajo estén más expuestas a él.

6. Alcanzar un bronceado suave y paulatino, sin enrojecer la piel es seguro. FALSO

Nunca es seguro exponerse al Sol sin protección, ni siquiera por un lapso corto de tiempo: el bronceado no es un símbolo de salud sino que ya expresa una respuesta al daño de la piel porque implica que las células que forma el tejido de este órgano se está pigmentando para así intentar proteger al núcleo celular, el lugar donde se encuentra el ADN, de la acción dañina de los rayos UV.

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7. Los niños y niñas requieren cuidados extras frente al Sol. VERDADERO

En los niños el sistema natural de protección no está desarrollado y en ellos el daño solar es máximo y acumulativo, de manera que una adecuada protección desde la infancia disminuirá el riesgo de desarrollar cáncer en la edad adulta.

El Ministerio de Salud de la Nación recomienda no exponer directamente al Sol a niños menores de un año. En las playas y piletas, protegelos mediante la utilización de carpas y sombrillas. Ante exposiciones ocasionales, a partir de los 6 meses de vida se pueden emplear protectores solares fisicos que usan normalmente pigmentos minerales como el óxido de zinc o el dióxido de titanio, que reflejan los rayos impidiendo que penetren en la piel. Recién desde los 12 años se puede comenzar a usar en chicos los mismos productos de los adultos.

8. La ropa que ofrece protección UV no sirve. FALSO

Hoy en el mercado hay prendas que ofrecen protección contra los rayos UV. Se trata de ropas confeccionadas con telas especiales, de trama cerrada, que dificulta el paso de la radiación solar. Son especialmente útiles para facilitar el cuidado de los más chicos y de las personas que practican deporte al aire libre. Usando estas telas no es necesario colocar protector en las partes ya cubiertas, pero sì es necesario usar cremas a las zonas de la piel que sí permanecen expuestas (manos, cara, empeines, etc).

9. Si no tomo Sol y me protejo a diario puedo tener un déficit de vitamina D. FALSO

Es cierto que para que nuestro organismo pueda sintetizar vitamina D es fundamental que reciba radiación UVB. Y que el uso constante de protección podría interferir en la producción de esta sustancia. Sin embargo, lo que se sabe actualmente es que teniendo expuestas superficies de piel “pequeñas” (cara o brazos), 3 veces por semana, antes de las 10 de la mañana o después de las 16 hs, por no más de 10 o 15 minutos, ya es resulta suficiente para que el cuerpo sintetice la vitamina D que necesita.

Además, en caso de que un análisis de laboratorio muestre deficiencias de este compuesto, es posible recurrir a una dieta saludable, que incluya pescados y lácteos fortalecidos o, incluso, algún suplemento específico, para solucionar el problema.

10. El uso de camas solares es seguro. FALSO

El uso de camas solares puede ser peligroso, ya que emiten radiación ultravioleta con una potencia que puede llegar a ser hasta 20 veces más intensa que la del Sol. Según la Sociedad Argentina de Dermatología, recibir 10 o más sesiones anuales de bronceado artificial, contribuye al envejecimiento prematuro de la piel y aumenta considerablemente el riesgo de padecer cáncer de piel. En la Argentina, la Ley 26.799 prohibe el uso de camas solares en menores de 18 años y obliga a los los locales a tener un cartel que informe sobre esta prohibición.

Enrique Garabetyan (publicado en Chequeado)