29 de septiembre:
Día Mundial del órgano más noble
- En el país mueren 280 personas por día por patologías cardiovasculares. En el mundo, la cifra asciende a 17,9 millones por año.
- En el Día Mundial del Corazón, cardiólogos remarcan la importancia de sumar al chequeo médico y a los hábitos saludables un punto central: el descanso.
- Dormir mal dispara el estrés, altera el metabolismo y acelera procesos inflamatorios que impactan de lleno en la salud del corazón.
Cada 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, una fecha destinada a concientizar sobre la importancia de prevenir las enfermedades cardiovasculares. ¿Por qué? Es que el 29/9 –y cada día del resto del año– al menos 280 personas que viven en suelo argentino fallecen. La causa de estas muertes son las Enfermedades CardioVasculares (ECVs), que hoy constituyen la primera causa de mortalidad en Argentina.
De hecho, las ECVs son, según datos publicados por la Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación, responsables del 28% de todas las muertes en el país, ya que prácticamente una de cada tres personas fallece por estas causas.
También en el mundo son un problema central de la salud pública. De acuerdo a las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, 17,9 millones de personas mueren cada año por enfermedades cardiovasculares y se estima que el número ascenderá a 23 millones en 2030.
En ese marco, un especialista en cardiología propuso poner el foco de la prevención en uno de los factores de la buena salud cardiovascular que muchas veces se olvida: el descanso.
“Dormir bien es una necesidad biológica que sostiene la salud cardiovascular, pero vivimos en una época donde muchas veces el descanso queda relegado, entre otras cosas, por el uso creciente de pantallas que alteran los ritmos del sueño”, explicó Augusto Lavalle Cobo, actual jefe del Servicio de Cardiología del Sanatorio Otamendi.
El profesional detalló: “El descanso correcto, además de ser un pilar para la regeneración del sistema inmunitario y para fortalecer las conexiones neuronales encargadas de consolidar la memoria, también es fundamental para proteger el corazón”. De hecho, la prestigiosa Asociación Americana para el Corazón (AHA) ya en 2022 incluyó a la duración del sueño entre sus “ocho consejos esenciales de la vida”, un conjunto de factores que considera necesarios para una salud cardiovascular óptima.
Para este experto, “la falta crónica de sueño puede disparar la actividad del sistema nervioso simpático, elevando la adrenalina, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Además, favorece la resistencia a la insulina, altera el perfil lipídico y aumenta los procesos inflamatorios. Todo esto, sumado a la desregulación del apetito y la ganancia de peso, incrementa considerablemente los factores de riesgo cardiovasculares clásicos”, detalló.
Distintos metaanálisis y revisiones de estudios sistemáticos difundidos desde la AHA han demostrado largamente que la calidad del sueño influye en el bienestar cardiovascular, ya que problemas como una menor satisfacción con el descanso o el deterioro de su continuidad están asociados con patologías cardiacas como la hipertensión, la rigidez arterial, la disfunción endotelial y la enfermedad coronaria.
La importancia del descanso se extiende a todas las edades
La importancia del descanso se extiende a todas las edades, incluso a la juventud. Una investigación de la AHA, presentada a principios de año en Nueva Orleans, Estados Unidos; reveló que la combinación de insomnio y pocas horas de sueño aumenta significativamente el riesgo de hipertensión entre adolescentes.
La buena noticia es que gran parte de estos casos se pueden prevenir con hábitos saludables. Aparte del descanso correcto, cumplir con los chequeos periódicos y, más recientemente, apoyarse en la tecnología. “Por ejemplo, usar relojes inteligentes, apps de monitoreo de actividad, dispositivos para medir la presión y hasta estudios cardiológicos más precisos”, que nos permiten detectar a tiempo factores de riesgo y actuar antes de que aparezcan complicaciones”, propuso Andrés D’Amico, especialista en cardiología en DIM Centros de Salud.
Otro desafío son los problemas vinculados al exceso de peso (sobrepeso y obesidad) que, sumados al sedentarismo vigente, explican el crecimiento de las principales causas de mortalidad y morbilidad en el mundo, como diabetes, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
Enrique Garabetyan