Desde hace un año y medio Inés Gorbea es la responsable de gestionar los temas ecológicos de la Ciudad de Buenos Aires. A horas del Día Mundial del Medio Ambiente. La entrevistamos para conocer los desafíos que enfrenta la Ciudad y que van desde temas como el calentamiento global, la gestión de residuos, la falta de espacios verdes, la educación ambiental y la reducción de los gases de efecto invernadero hasta otros “menores”, como la adopción y castración de mascotas.
Su preocupación central hoy es manejar los temas relacionados con el cambio climático (CC). “Venimos impulsando legislaciones relacionadas con la eficiencia energética que deben tener los edificios nuevos y con créditos blandos para ayudar a adecuar a los existentes”, recordó la funcionaria.
También explicó que CABA cuenta con un Plan de Acción Climático con metas de mediano y largo plazo que incluye la reducción de emisión de gases de efecto invernadero hasta llegar a ser neutros en emisiones de carbono para el año 2050. Eso implica, por ejemplo, que el total de alumbrado público sean bombitas LED; adaptar edificios públicos para que sean más eficientes en consumo energético y de agua, tengan techos “verdes” y otras medidas similares.
—¿Qué priorizaron en su gestión?
—Una de las prioridades fue terminar el Ecoparque (el exJardín Zoológico): ya está al 85%, con los traslados de animales que faltan y la restauración de edificios. Para agosto pensamos terminarlo. Se convertirá en un lugar clave para la educación ambiental de los porteños y los visitantes. Junto al Jardín Botánico también es esencial porque aportan vegetación y fauna nativa y son refugios climáticos que ayudan a disminuir la “isla de calor” de las grandes urbes.
—¿No es poco espacio verde?
—La Ciudad tiene tres grandes reservas ecológicas urbanas (Costanera Sur, Norte y Lugano) y estamos mejorando la infraestructura de esos tres espacios para que los porteños, y también los tres millones de personas que entran a la Ciudad cada día, puedan visitarlos, recorrerlos y aprovecharlos mejor. El objetivo es que sean accesibles para todos, con pasarelas, bancos y cartelería, etc. De todos modos, es cierto que el espacio verde no está distribuido en forma equitativa. Hay 6,2 m² de verde por habitante. Y trabajamos para que haya más espacios verdes, con proyectos como las calles “mixtas”. Son los primeros pasos en ese sentido.
—¿Y el arbolado público?
—Hay alrededor de 430 mil árboles y planeamos plantar en los próximos meses 22 mil nuevos ejemplares. Esto surge del Plan Maestro de Arbolado, el cual, además, fija las veinte especies prioritarias y otras 16 alternativas, todas aptas para el medio urbano. El objetivo es mejorar la infraestructura “verde” y la biodiversidad en todos los barrios”, concluyó la funcionaria porteña.
Enrique Garabetyan
