Consultas médicas, vacunas, visitas al servicio de medicina del viajero, asistencia y stock de medicamentos son algunas de las cuestiones a tener en cuenta.
(www.neomundo.com.ar / Fuente: *) A la hora de planear las vacaciones y más aún cuando estamos por subirnos al auto, al micro o al avión, hay muchas cosas que pensar y organizar, especialmente cuando se viaja con chicos.
Según el doctor Cristian Dellepiane, del servicio de Medicina General Ambulatoria del Hospital Universitario Austral (HUA) que nos cuente cuáles son los puntos que requieren más atención.
“Antes de viajar es fundamental informarnos sobre el lugar, su clima en la época que viajamos, si cuenta con servicios médicos, si se puede tomar el agua del lugar, si hay alguna enfermedad propia, etc. Por otro lado, hay que preguntarse cómo está la salud de cada una de las personas que viajan, y aprovechar porque unas vacaciones son una buena ocasión para visitar al médico de cabecera, actualizar las vacunas obligatorias del calendario y hacer todas las preguntas necesarias”, comenzó explicando el especialista.
“Por otro lado, continuó, si algún integrante padece una enfermedad crónica o está cumpliendo un tratamiento, es indispensable conocer la opinión del médico en cuanto a la seguridad del viaje, y si toma medicamentos hay que asegurarse de llevar la cantidad necesaria para todo el viaje. En este sentido, lo mejor es que los medicamentos estén en sus envases originales y tener una lista con el detalle de lo que se toma y el teléfono de contacto del médico de cabecera”.
Finalmente, es importante hacerle una visita al odontólogo, y en el caso de usar lentes o audífonos llevar un repuesto de los mismos.
“Además, no debemos olvidar nunca una visita a algún servicio de medicina del viajero en el caso de planear un viaje de aventura o si el itinerario es complicado o prolongado. Esta consulta debe realizarse con varias semanas de anticipación (se aconseja entre 4 y 6 semanas antes de irse)”, sumó Dellepiane.
En cuanto a los más chicos, el especialista remarcó que las enfermedades gastrointestinales suelen ser más graves en lactantes y niños pequeños, ya que son más vulnerables a la deshidratación. Por esta razón es fundamental reforzar las medidas preventivas con el agua y los alimentos, así como también continuar con la lactancia si el niño está tomando el pecho.
También hay que prestarle mucha atención a los cuidados frente al sol ya que los chicos son muy vulnerables a la deshidratación, los golpes de calor y las quemaduras.
CONSEJOS ESPECIFICOS
*Prevenir complicaciones por calor o exposición solar:
-Tomar mucha agua, aunque no se tenga sed.
-Evitar bebidas con cafeína o con mucha azúcar.
-Tomar duchas o mojarse el cuerpo con frecuencia, en especial bebes y niños.
-Utilizar ropa holgada y cómoda de colores claros, que cubra brazos y piernas, usar gorro o sombrero y anteojos de sol.
-Evitar realizar actividad física o grandes esfuerzos.
-No exponerse al sol durante las horas centrales del día (10 a 16 hs).
-Usar protector solar con FPS mayor a 15 en las zonas descubiertas y repetir cada 2 horas.
*Prevenir enfermedades transmitidas por el agua o los alimentos:
-Lavarse frecuentemente las manos, en especial antes de las comidas y luego de ir al baño.
-Beber solo agua segura (envasada) y no consumir hielo.
-Utilizar agua segura para preparar alimentos o lavarse los dientes.
-Consumir alimentos bien cocidos y preferentemente calientes y no ingerir verduras crudas.
-Evitar los alimentos de elaboración casera y/o los puestos de venta callejeros.
-No consumir productos lácteos que no hayan sido pasteurizados.
* Fuente: Hospital Austral de Buenos Aires