En medio de protestas de organizaciones de jubilados, cambios en el sistema de PAMI respecto a los medicamentos y alertas de diputados de la oposición y hasta de obispos de la iglesia ante las dificultades por obtener remedios, el gobierno afirmó -en un comunicado publicado hace 48 horas, que “el aumento de medicamentos e insumos de salud estuvieron por debajo del Índice de Precios al Consumidor”.
Para el Ministerio de Salud, según el INDEC, “este año el índice de precios (de medicamentos) estuvo por debajo del Índice de Precios al Consumidor, en 9 de los 10 meses y la variación fue un 25% menor en comparación con el resto de los precios.
Esta idea fue rechazada por un amplio espectro de protagonistas. Por ejemplo, en una entrevista radial Ángel Rossi, arzobispo de Córdoba, calificó al reciente plan de “readecuación” del PAMI respecto a la cobertura de medicamentos como una “verdadera eutanasia encubierta”.
Por su parte el diputado Pablo Yedlin, de Unión por la Patria, convocó a a la Comisión de Salud pública de la cámara para evaluar una medida “inhumana del gobierno que ha dejado sin medicamentos a millones de afiliados sin previo aviso”.
En este rubro, el Think Tank “Centro de Economía Política Argentina” (CEPA) preparó un informe sobre “Medicamentos más consumidos por las Personas Mayores en Argentina – Diciembre 2024”. En ese estudio se revela que “el seguimiento de una canasta de precios que analiza los medicamentos que los adultos mayores utilizan revela alzas mayores que la inflación del período”. Según el paper, “desde noviembre 2023 los medicamentos que alcanzaron en promedio una inflación acumulada del 210,7%. Esto superan ampliamente a la ya elevada inflación de ese mismo período que fue del 201,5%”.
“Si se toma la evolución de precios de medicamentos más consumidos entre noviembre 2023 y noviembre 2024, el incremento es de 210%: 11 puntos porcentuales más que la inflación de dicho período. A su vez, crecieron muy por encima de los salarios privados registrados (+184,2% proyectando octubre y noviembre por inflación) y las jubilaciones mínimas con bono (+159,4%)”, resumió Julia Strada, directora de CEPA.
La especialista dio más detalles: “lo más grave es que, además, los medicamentos que están incluidos en el vademécum de PAMI aumentaron más que el promedio (340,7%). Lo mismo sucede si incorporamos los medicamentos que fueron excluidos del vademécum en agosto (+422,5%). Es decir, luego de aumentos brutales, se quitó la cobertura PAMI y ahora deberán pagarlos los jubilados”.
Vale recordar a cuánta gente afecta esta situación: PAMI tiene hoy una cobertura que alcanza a más de 5,3 millones de personas, de las cuales el 90% son mayores de 60 años. Se toma en cuenta que en Argentina, según el INDEC, hay cerca de 7 millones y medio de personas mayores, el PAMI cubre al 60% de la población mayor del país. Además, por un tema etario, sus afiliados consumen alrededor del 40% de los remedios que se comercializan en el mercado argentino.
De acuerdo a la “Canasta Básica de Jubilados” que regularmente miden los técnicos de la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires, una persona jubilada dedica al rubro “medicamento”, en promedio, el 16% del total de sus gastos. Eso, en octubre de 2024, representó una cifra de más de $145 mil pesos en cuentas de “farmacia”.
En un comunicado a sus afiliados, el PAMI recordó que “cubre al 100% los medicamentos l Hipoglucemiantes, insulina y tiras reactivas; Medicamentos oncológicos, de HIV y otros tratamientos especiales. También los medicamentos para afiliados con discapacidad. Y prometieron un subsidio (vía trámite previo) por razones de vulnerabilidad social para otros medicamentos ambulatorios.
Enrique Garabetyan
