En medio de un juicio por indemnizaciones que se lleva a cabo en tribunales británicos, un escrito presentado por la defensa del laboratorio AstraZeneca tomó trascendencia global, impulsado –sobre todo– por los grupos antivacunas activos en las redes.
En concreto, ocurrió en el juicio que lleva adelante un grupo de familiares contra el laboratorio inglés, al que acusan de haber causado 51 muertes. Estas se habrían producido, según la demanda, por los efectos secundarios asociados a la vacuna preventiva del covid que había desarrollado la Universidad de Oxford con el laboratorio AZ.
En la movida de estos días, la defensa admitió que dichos efectos secundarios se conocieron a principios de 2021 y que eran reales. El tema clave es que si bien se considera que la vacuna está asociada a algunos posibles efectos negativos (trombopatías), estos casos son considerados eventos “rarísimos” y muy poco frecuentes.
Lo cierto es que hay que pensar que la aplicación de esta vacuna anticovid salvó seis millones de vidas en todo el planeta.
La experta reafirmó que: “Se trata realmente de una complicación muy rara de encontrar. Por otra parte, para llevar tranquilidad, solo se registraron dichos casos a los pocos días tras la aplicación. No tenemos ningún indicio de que pueda haber complicaciones en el largo plazo ni que haya hoy gente en peligro”.
Por su parte, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoriaemitió un documento en el que reafirmó que “está comprobado científicamente que para las personas, el riesgo de sufrir una trombosis por el propio accionar de la infección por el virus SAR-CoV-2 es mucho más alto que este mismo problema generado por la vacunas”. Y aseguraron que “el balance riesgo-beneficio se muestra siempre a favor de la vacunación”.
–