Miles de diminutos animales de enorme resistencia a la radiación extrema, a calor abrasador, al frío y a la falta de alimentos podrían estar en una especie de hibernación en un cráter de nuestro satélite.
Y no son extraterrestres sino microscópicos animales conocidos como “tardígrados“, que pueden haber sobrevivido a un alunizaje forzoso en la superficie lunar y que viajaban a bordo de la sonda Beresheet que envió Israel el pasado mes de abril.
Según un análisis de la trayectoria de la nave espacial y el dispositivo en el que se almacenaron estos animales, “creemos que las posibilidades de supervivencia para los tardígrados son extremadamente altas”, dijo Nova Spivack, cofundador y presidente de la Arch Mission Foundation.
“Los tardígrados son ideales para incluir porque son microscópicos, multicelulares y una de las formas de vida más duraderas del planeta Tierra”, dijo Spivack. De hecho ardigrades tene la posibilidad de estar en “suspención animada”. Esto es, una especie de hibernación po lo que no pueden moverse ni reproducirse. Es como si estuvieran “congelados” en el tiempo. Y solo dejarían ese estado si fueran rehidratados en una atmósfera adecuada.
Estas criaturas miden menos de un milímetro (0.04 pulgadas), se deshidrataron y fueron “encerradas en una plataforma de ambar artificial. Pero deberían ser “revivibles”, eventualmente.
También conocidos como “osos de agua” los tardígrados pueden vivir en el agua o en la tierra, y son capaces de sobrevivir a temperaturas de hasta 150 grados Celsius (302 grados Fahrenheit) y tan bajas como menos 272 grados Celsius (-458 Fahrenheit), aunque por pocos minutos.
Recuerdan a las larvas, pueden volver a secarse hasta convertirse en una cáscara sin vida durante décadas, soportar una presión cercana a cero en el espacio exterior y enormes presiones. Si no se quemaron en una explosión, en teoría podrían sobrevivir a la pequeña presión sobre la superficie lunar y los extremos de temperatura del satélite.
La astrobióloga de la NASA Cassie Conley dijo que su tiempo de supervivencia exacto dependería de la condición del sitio de impacto y las temperaturas a las que están expuestos. “Si no se calientan demasiado, es posible que puedan sobrevivir durante bastantes años”.