El ejercicio físico aeróbico y moderado protege de la arritmia más fatal de todas: la fibrilación ventricular.
(www.neomundo.com.ar) Un grupo de investigación de las facultades de Fisioteràpia, Medicina, Ingeniería Electrónica de la Universitat de València y del grupo de innovaciones ITACA acaba de publicar una investigación del ejercicio físico regular como protector frente a la muerte súbita cardiaca. El estudio se publicó en la prestigiosa revista ‘PlosOne’.
El ejercicio físico aeróbico y moderado protege contra la muerte súbita cardíaca, que en la mayoría de los casos es producida por la arritmia más fatal de todas: la fibrilación ventricular.
* De hecho, se ha planteado el ejercicio físico aeróbico, como un tratamiento antiarrítmico no farmacológico.
No obstante, los mecanismos de protección cardiovascular subyacentes exactos no se conocen completamente. Esta investigación trata de evidenciar que la aplicación de un protocolo de ejercicio físico aeróbico en animales sedentarios, como son los conejos de laboratorio, pueda actuar beneficiosamente sobre propiedades eléctricas del corazón, relacionadas con la fibrilación ventricular. Además, se ha querido conocer si unas neuronas que están en el propio corazón (las llamadas neuronas colinérgicas) juegan algún papel en las posibles modificaciones por el entrenamiento moderado.
Las propiedades investigadas han sido la heterogeneidad electrofisiológica intrínseca y las modificaciones de la estabilidad eléctrica.
El estudio se hizo en corazón aislado de conejo, y en él han investigado los efectos del ejercicio físico crónico sobre las propiedades citadas, esto es, la heterogeneidad y estabilidad electrofisiológica ventricular, así como las consecuencias, sobre estas propiedades, que produce el bloquear la acción de estas neuronas sobre las células cardiacas.
Tras la realización de los experimentos y el análisis de los resultados, han observado que, en corazón aislado y perfundido de conejo, el entrenamiento mediante un protocolo de ejercicio físico generó un aumento de la refractariedad ventricular, una disminución de la heterogeneidad electrofisiológica ventricular y un aumento de la estabilidad eléctrica. Estas propiedades han sido modificadas por el protocolo de ejercicio físico aeróbico aplicado, en un sentido beneficioso. De esta forma, se ha contribuido a esclarecer los mecanismos básicos por los cuales el ejercicio físico regular ejerce un efecto protector frente a la muerte súbita cardiaca y asimismo se ha aportado información sobre la participación de las neuronas cardiacas colinérgicas en las modificaciones citadas.
Los investigadores concluyen en su estudio que los resultados obtenidos en el estudio plantean la necesidad de continuar con esa investigación para dilucidar los mecanismos subyacentes a las modificaciones observadas. El equipo está integrado por Luis Such-Miquel, Laia Brines, Antonio M. Alberola, Manuel Zarzoso, Francisco J. Chorro, Juan Guerrero, Germán Parra, Nathalia Gallego, Carlos Soler e Irene Del Canto. También han participado especialistas del Incliva y de la Universitat Politècnica. (Fuente: Agencia SINC).