
- La bebé tenía un diagnóstico prenatal grave: mielomeningocele.
- Se trata de una compleja malformación congénita de la columna vertebral.
- La operaron en el útero para mejorar su condición.
Este pasado fin de semana, el domingo 15 de junio de 2025, a las 3:35 de la mañana, en el centro pediátrico de referencia nacional -el Garrahan– nació una bebé muy particular. La niña tenía un diagnóstico prenatal grave: mielomeningocele. Se trata de una compleja malformación congénita de la columna vertebral.
Lo más emotivo es que, para corregir este problema médico, la bebé había sido operada -en el útero de su madre- durante la semana 27 de la gestación.
Programa de intervención
La intervención intrauterina se realizó el 9 de abril, en el marco del Programa de Diagnóstico y Tratamiento Fetal del Garrahan. El equipo integrado por cirujanos, neurocirujanos, obstetras, anestesistas, instrumentadoras y enfermeras junto a profesionales instructores de Curitiba, Brasil, que llevan realizadas 150 cirugías fetales, expuso el útero fuera del cuerpo de la madre para reparar la lesión espinal del feto.
La operación duró casi cuatro horas y requirió altísima precisión quirúrgica para proteger el sistema nervioso central del bebé.

La cesárea estaba programada para el 17 de junio, pero la mamá rompió bolsa en vísperas del Día del Padre, y el equipo del Garrahan se puso en marcha inmediatamente para llevar adelante la operación en el hospital y evitar así el traslado de la beba y la separación de ambas en las primeras horas de vida. Participaron neonatólogos, obstetras, cirujanos, especialistas en cuidados críticos maternos y enfermeros.
Paso a paso
“El haber podido realizar tanto la cirugía fetal como la cesárea en el mismo hospital donde se atenderá a la bebé es un enorme paso en la atención integral y humanizada de estos casos complejos. Acá tenemos genetistas, obstetras, neonatólogos, urólogos, neurocirujanos, equipo interdisciplinario de Mielomenigocele que realizará su seguimiento hasta los 18 años”, destacó Patricia Bellani, jefa de Neonatología del Garrahan y responsable del operativo de la cesárea y la cirugía fetal.
Con pocos antecedentes en Argentina
En Argentina, estas intervenciones se realizan -desde el 2015– en el Hospital Austral, pero sólo están disponibles para pacientes con cobertura social.
Fuera de ello, hay apenas solo dos antecedentes de intervenciones de este tipo en el país, una reciente, realizada por un equipo del Hospital Fernández, con la colaboración de profesionales del Austral, y otra en la ciudad de Córdoba.

¿Qué es el mielomeningocele?
El mielomeningocele —forma severa de espina bífida— afecta el cierre del tubo neural durante las primeras semanas del embarazo, cuando muchas mujeres aún desconocen su estado. Puede ocasionar discapacidad motora, pérdida de control de esfínteres y riesgo de hidrocefalia. La cirugía prenatal ha demostrado reducir estas complicaciones y mejorar significativamente la calidad de vida del niño.
En Argentina se presenta en alrededor de 1 cada 1.500 recién nacidos. Por eso, es clave el cuidado y la suplementación de ácido fólico antes y durante el embarazo.
“La cirugía prenatal tiene un impacto muy importante en la motricidad de ambas piernas, disminuye la herniación del cerebelo y mejora la anatomía del sistema nervioso central. Además, reduce la hidrocefalia; esto mejora la capacidad cognitiva a largo plazo y amplía las posibilidades de caminar con y sin ortesis después de los dos años y medio”, explicó Bellani.
Javier González Ramos, el cirujano que realizó el cierre del defecto en la cirugía prenatal, indicó que “el Hospital Garrahan ha alcanzado un logro trascendental en la historia de la medicina pediátrica argentina al realizar con éxito una cirugía intrauterina a un bebé. Este procedimiento, de altísima complejidad, representa un avance fundamental en el abordaje de patologías congénitas antes del nacimiento y abre nuevas posibilidades para mejorar la calidad de vida desde etapas muy tempranas del desarrollo”.
Tras la cirugía fetal realizada en abril, la mamá permaneció internada durante tres días en la Unidad de Cuidados Materno-Fetales bajo el control de obstetras y terapistas especializados en obstetricia pediátrica. Luego del alta, se alojó en Casa Garrahan por dos meses, ya que debía permanecer en un lugar cercano al hospital hasta el nacimiento de la bebé.