La Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud (CONETEC), como cada año, realizó una serie de consultas públicas para recolectar información que permita generar recomendaciones para los decisores del sistema de salud sobre el uso racional de las tecnologías sanitarias, su financiamiento y cobertura, alentando la inversión o desinversión de las tecnologías evaluadas.
Las consultas 2023 cerraron el pasado 5 de julio e incluyeron un total de 12 tecnologías que contemplaron desde métodos de diagnóstico, medicamentos y dispositivos médicos para el tratamiento de patologías. Un proceso regular que la CONETEC lleva adelante bajo la premisa de mejorar la calidad y eficiencia de los servicios sanitarios y garantizar equidad en el acceso a la salud.
Pero este año, llamó la atención de los profesionales médicos la inclusión, bajo el objetivo público de desinversión, de una tecnología efectiva y probada internacionalmente para tratar dos síndromes que generan un estadío crónico de dolor a quienes lo padecen: Síndrome de Espalda Fallida y Síndrome de Dolor Regional Complejo La tecnología en cuestión se trata de la terapia llamada Estimulación de la Médula Espinal, un tratamiento con más 50 años de aplicación en el mundo y que ha demostrado ser efciciente y eficaz para aliviar el dolor crónico refractario al devolver a los pacientes la calidad de vida perdida tras el constante padecer.
De acuerdo con el Dr. Juan Pablo Casasco, especialista en neurocirugía y miembro de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Neurocirugia (AANC), “la neuroestimulación es una terapia consolidada y respaldada científicamente a nivel nacional e internacional”. Numerosas evidencias médicas han confirmado su eficacia en el tratamiento del dolor crónico refractario, lo cual repercute positivamente en la vida de los pacientes.
El neurocirujano explicó que este tipo de dolor se considera refractario debido a que los pacientes ya han probado múltiples tratamientos farmacológicos y clínicos sin lograr alivio. Para ellos, el dolor crónico trasciende el ámbito de un mero síntoma, convirtiéndose en una enfermedad que impacta en todos los aspectos de sus vidas, incluyendo lo familiar, laboral y personal. En este contexto, la terapia de estimulación de la médula espinal se presenta como una oportunidad para aumentar el bienestar y calidad de vida.
Si bien el especialista reconoció que estas terapias son costosas, también señaló que existen estudios internacionales que demuestran los beneficios económicos que generan a largo plazo frente al tratamiento convencional. Al reducir la dependencia de medicamentos y disminuir sus ausencias laborales, se genera un impacto positivo no solo en el paciente sino en la sociedad en su conjunto.
El Dr. Casasco subrayó que no encuentra ninguna razón para una posible recomendación de desinversión por parte de CONETEC. Incluso hizo hincapié en la importancia de seguir garantizando un acceso equitativo para evitar profundizar las disparidades y desigualdades en el sistema de salud. Según sus palabras, “Esa es la parte más compleja de todo este tema, porque se le estaría quitando a quienes genuinamente tienen menos. El paciente público, aquel que carece de acceso a una cobertura social y no puede costear los gastos asociados a este tipo de terapias, sería el más perjudicado. Si se niega al paciente público la posibilidad de acceder al estimulador medular que necesita, se inhabilita la última herramienta disponible que tiene para tratar el dolor”.