(www.neomundo.com.ar) Un grupo de médicos idearon y probaron un sistema original, simple, económico y fácil, basado en el uso de teléfonos inteligentes, que es capaz de detectar rápidamente la presencia de líquido en el oído medio de los chicos. Y este es un indicador de probables infecciones en el oído.
El nuevo sistema, que fue validado en 98 pacientes de un centro quirúrgico pediátrico, podría constituir una herramienta efectiva y de bajo costo para que sean los padres lo que detecten posibles infecciones de oído como la otitis media aguda (OMA), que es actualmente una de las principales causas de visitas a los servicios sanitarios pediátricos.
Algunos casos de otitis pueden provocar complicaciones graves como la meningitis. Además, otras afecciones pediátricas del oído, como la otitis media con derrame, se asocian con retrasos en el habla y un menor rendimiento escolar.
La detección de líquido en el oído medio es, a día de hoy, una necesidad fundamental en pediatria, pero las pruebas actualmente existentes, como la timpanometría, no pueden realizarse en el hogar o requieren equipos costos.
Para superar estos obstáculos, el equipo de Justin Chan y sus colegas idearon un sistema que utiliza los altavoces y micrófonos de un teléfono inteligente comercial para enviar “chirridos” audibles hacia el canal auditivo.
A continuación, un algoritmo de aprendizaje automático analiza las señales acústicas reflejadas y predice el estado del oído medio (un tono más profundo en el sonido indica que el oído medio está lleno de pus o de líquido).
El sistema no requiere equipos adicionales, más allá de un pequeño embudo de papel para orientar el sonido que se puede construir con papel de impresora, tijeras y cinta adhesiva en menos de tres minutos.
Los investigadores comprobaron el sistema utilizando un iPhone 5S y un Galaxy S6 en 98 oídos de pacientes con edades comprendidas entre los 18 meses y los 17 años, y confirmaron que la plataforma detectaba líquido en el oído medio con igual o mejor eficacia que otras técnicas más establecidas, como la reflectometría acústica.
Y los padres de los pacientes lograron usar el sistema con la misma facilidad que los médicos en un experimento independiente con 25 , sin que el software se viera sustancialmente afectado por el ruido de fondo, como el sonido del llanto de un niño.