Mientras los principales distritos del país comienzan a vacunar contra el coronavirus a los adolescentes de 12 a 17 años con comorbilidades, en algunos de los grupos demográficos más numerosos, como el de la franja etaria que va de los 18 a los 29 años, la cobertura vacunal todavía tiene mucho camino por recorrer.
En ese grupo de 18 a 29, el 41% de los jóvenes permanece sin ninguna dosis mientras que el 55% recibió la primera y sólo el 4% logró completar el esquema de inmunización, según analizó Chequeado en base a datos al 28 de julio último del Ministerio de Salud de la Nación.
¿Qué sabemos sobre los contagios de coronavirus en los adultos jóvenes y por qué es clave que se vacunen? Te lo contamos en esta nota.
Contagios en aumento
El porcentaje de nuevos casos de COVID-19 en personas jóvenes viene creciendo en forma constante dentro de los grupos etarios diagnosticados por edad. Según dijo a Chequeado Soledad Retamar, ingeniera en Sistemas de Información e investigadora de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), “al analizar la distribución por grandes grupos etarios de los casos detectados en las últimas semanas, el grupo que abarca a las personas de 15 a 29 años es uno de los que representa un mayor porcentaje (31%) del total de diagnósticos positivos, junto con el que le sigue en edad, de 30 a 44 años (31%)”.
Distribución de casos positivos de COVID-19 por grandes grupos etarios.
Fuente: COVID-19 Grupo de Investigación de en Bases de Datos de UTN-FRCU.
“Al analizar la actual epidemiología del SARS-CoV-2, y especialmente con la aparición de la variante Delta, lo que se ve es que el impacto más poderoso de la epidemia se está concentrando en el grupo de los no vacunados”, explicó a este medio el infectólogo Tomás Orduna, jefe de Medicina Tropical y Medicina del Viajero en el Hospital Muñiz de la Ciudad de Buenos Aires. Y agregó: “Como ahora son los menores de 30 años los que tienen tasas más bajas de inmunización, se está verificando un aumento en las infecciones en ese grupo etario”.
Para la doctora Silvia González Ayala, titular de la cátedra de Infectología de la Universidad Nacional de La Plata, este grupo de adultos jóvenes ya se considera también de riesgo. “En parte por la intensa circulación viral actual y, además, porque se trata de uno de los que menos se cuidan con las medidas preventivas reconocidas, como el uso correcto del tapaboca-nariz y el distanciamiento social”, dijo a Chequeado.
De hecho, según la especialista, tras el aumento de la circulación de las variantes Alfa, Gamma y Delta, se comprobó que estas afectan a todos los grupos de edades, incluyendo a los jóvenes. “Ya a principios de 2020, las autoridades de salud de Brasil informaron que no clasificarían a la gente en diferentes grupos de riesgo porque toda la población pasó a ser considerada vulnerable”, explicó.
Este fenómeno es global, tal como se desprende de un informe sobre el impacto del primer año de la pandemia que publicó el Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos. De ese estudio surgió que el grupo comprendido entre los 18 a 49 años tuvo el 24% de todas las hospitalizaciones y el 49% de todos los casos sintomáticos.
La vacuna, un beneficio individual y social
Como en muchos distritos la oferta de vacunación libre a diferentes grupos etarios está creciendo, los expertos destacan que es esencial reforzar las campañas de divulgación para que estos adultos jóvenes se sumen más ampliamente a la cobertura.
“Si bien es cierto que el impacto de la COVID-19 en la salud de este conjunto de personas puede ser menor, también en ese conjunto se registran fallecimientos. Pueden ser situaciones poco comunes pero a ese segmento la vacuna también le evita la enfermedad grave y la muerte”, aseveró González Ayala.
Algo similar destacó Orduna: “Más allá de que las probabilidades indican que cuanto más joven es la persona menos posibilidad tiene de padecer un cuadro grave, eso no implica que el riesgo sea cero. De hecho, en este año y medio se registraron en la Argentina algunos cientos de fallecimientos de adultos jóvenes, incluso algunos sin comorbilidad”.
Los datos del Ministerio de Salud de la Nación analizados por Chequeado muestran que al 13 de julio último fallecieron por coronavirus 799 personas de entre 21 y 30 años.
Ambos expertos recomendaron que los adultos jóvenes completen su esquema de 2 dosis, por varias razones. “En principio porque la vacunación, aparte de proteger a cada persona que la recibe, es un acto solidario. Al recibir su vacuna, un joven también está cuidando a sus convivientes que sí pueden estar en mayor riesgo por edad o enfermedad de base: las vacunas disminuyen las posibilidades de infección”, explicó González Ayala.
Finalmente, los especialistas detallaron que las vacunas son un bien social que será compartido: actualmente se considera que para alcanzar la inmunidad de rebaño es necesario que la cobertura vacunal este entre el 80 y 85% del total de la población protegida. Esta cifra solo se podrá alcanzar si este grupo de adultos jóvenes se suma en forma activa a la campaña de inmunización.
Enrique Garabetyan, para Chequeado.com