- Una consultora de marketing acaba de completar un estudio que detalla cómo evoluciona el mundo del streaming entre los consumidores de Argentina.
- Sus conclusiones reflejan que los niveles de penetración de estos servicios son muy elevados.
- El consumidor suele contratar varias plataformas en simultáneo. De hecho, hoy el suscriptor medio se vincula con casi tres opciones.
- El “top 3” de redes elegidas se ordena con Netflix, Disney+ y Spotify.
Pero esa investigación no está sola. Otro “paper” de consumo que acaba de presentarse apunta en la misma dirección y profundiza algunos datos: tras analizar las costumbres cotidianas de un millar de argentinos de todo el país, en una muestra representativa de geografías y clases sociales, “se vio que hoy la penetración del streaming es muy elevada: dos de cada tres argentinos ya están suscriptos a algún servicio de este tipo y esa masividad llama la atención”, contó Sebastián Corzo, director de Marketing de la consultora Kantar división Insights. Y detalló: “Además, si bien el 67% afirma estar suscripto a alguna, esto se acentúa si se ‘abre’ por edad, ya que entre los menores de 35 años el porcentaje de suscriptores crece hasta el 80%”.
Entre millenials y centennials, el 75% reconoce que comparte sus claves
Otro detalle importante que destaca Corzo en su análisis de tendencias es que cuanto más jóvenes son los usuarios, mayor es la cantidad de plataformas a la que están suscriptos. “Si miramos a cuántas empresas siguen los argentinos en promedio nos da 2,8: o sea que tienen acceso regular a “casi” tres servicios. Pero, otra vez, cuando la edad del consumidor es menor a los 35 años, el promedio se eleva y alcanza las 3,2 suscripciones por cápita”.
La menor edad también está asociada a otro fenómeno: cuanto más jóvenes los usuarios, más proclives son a compartir su nombre y su clave de acceso. “Al preguntar por este tema, en general, el 54% de los usuarios contó que compartía sus claves. Pero cuando abrimos este indicador por edad, comienza a subir, y entre millenials y centennials, el 75% afirma compartir sus claves, lo que es un tema complejo para las plataformas en materia de fidelidad de clientes.
Satisfacción. La encuesta tuvo otro hallazgo original local en el consumo. “Al preguntar por los niveles de satisfacción con los servicios de streaming, nos encontramos con que –en general– los usuarios están satisfechos. Tradicionalmente, ese dato era un reaseguro para las compañías de que sus clientes serían ‘fieles’ y permanecerían como tales a lo largo del tiempo”, dijo el experto en consumo. Sin embargo, en este tema particular las reglas del marketing parecen no seguir las de otros rubros de consumo masivo: “El 95% de la gente dijo estar muy satisfecha con los contenidos de sus plataformas. Pero, a pesar de esa cifra, el 47% de los consultados –prácticamente la mitad– afirmó estar dispuesto a cambiar sus suscripciones en los próximos seis meses. “Es una alta volatilidad y tiene que ver con que la gente entra y sale de los servicios a veces por alguna serie en particular. Obviamente, también tiene que ver en este punto el costo de la suscripción”.
Como todos saben, la pasada pandemia hizo que más gente estuviera mucho más tiempo frente a las pantallas consumiendo contenidos y redes sociales. Pero ahora que lentamente se retoma la “normalidad”, lo que percibimos es que el consumo online está bajando gradualmente, pero el “piso” quedó más elevado. “Ya no parece que se pueda volver globalmente a niveles anteriores.
Y hay un dato interesante: cuando se pregunta a las personas dónde van a bajar sus gastos para enfrentar la inflación, el “entretenimiento online” es uno de los tres rubros en los que la gente elige no reducir sus consumos, junto con educación y alimentación”, concluyó.
Más competencia en la pantalla
Enrique Carrier *
Luego de un par de años en los que, de la mano de la pandemia, las principales empresas tecnológicas mundiales tuvieron récords de crecimiento (de uso, ventas, ganancias o valuación), la situación cambió radicalmente durante 2022, con despidos y recortes de gastos, así como cambios significativos de estrategias. Este es, sin dudas, un año de quiebre.
La pandemia fue, por decirlo de alguna forma, una bendición para las tecnológicas. En el caso del entretenimiento, el mayor tiempo de ocio disponible por el aislamiento, la falta de commuting, el cierre prolongado de muchos destinos de salidas (cines, restaurantes, bares, etc.) impulsaron un salto en el crecimiento del streaming y el gaming, así como del uso de redes sociales.
Sin embargo, la tendencia cambió a partir de principios de este año. Primero con la caída marcada de la valuación de muchas de compañías cuando aparecieron los primeros indicadores inquietantes. Luego, y consecuentemente, se abrió una importante ola de despidos en varios gigantes tech.
Netflix sintió el impacto de la competencia que floreció durante la pandemia y la mayor cantidad de alternativas para el consumidor. Por suscripción, con publicidad o modelos híbridos, las distintas plataformas disputan la billetera y el tiempo de los clientes. Una competencia que obliga a invertir más (y mejor) en contenidos. Con tantos y tan fuertes nombres en el mercado, Netflix dejó de ser el genérico del streaming y hoy la atención ya es una disputa entre varios pesos pesados.
* Consultor del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios.