Entre los tips que pueden alertar sobre esta situación figuran los siguientes.
El teléfono se calienta mucho: Eso puede ocurrir porque el teléfeno tiene instalado algúna app o software “espía” que se ejecuta en segundo plano. Y eso genera que el microchip trabaje más y, por lo tanto, genere más calor.
La batería se agota velozmente: Un teléfono “seguido” enviará continuamente datos de ubicación, lo que hace que el dispositivo consuma más electridad y disminuya la autonomía usual de la batería.
El consumo de datos crece: Tras revisar las facturas mensuales se nota un aumeneto repentino en el consumo de datos sin haber contratado algún nuevo servicio como Spotify o similar. El teléfono intervenido utiliza una gran cantidad de datos porque continuamente envía información al hacker.
Se reinicia sin motivo: Si, de la nada, comienza a reiniciarse, podría significar que tiene algún malware interfiriendo con el funcionamiento normal.
Tarda mucho en apagarse: Si su teléfono tarda más de lo normal en apagarse, esto podría ser otro signo de software espía.
Tu teléfono ha sido liberado o rooteado: Jailbreak (para iPhone) o rooting (para Android) es el proceso de eliminar las restricciones del fabricante para poder acceder a áreas del teléfono que normalmente estarían protegidas.
Se vuelve más lento de lo normal: Todos los teléfonos se vuelven más lentos con el tiempo, pero si esto se da junto con alguno de los problemas anteriores, podría ser una señal.
Soluciones posibles
- Lo primero es reiniciarlo.
- Correr una revisión usando una aplicación confiable de eliminación de software espía.
- Desactivar el uso compartido de la ubicación cuando no lo esté utilizando.
- Actualizar el software del teléfono para asegurar la aplicación de los parches de seguridad y eliminar cualquier aplicación no reconocida.
Asesoró: Gabriel Zurdo, CEO de BTR Consulting, especialista en ciberseguridad, riesgo informático y de negocios.
- Las imágenes de Neomundo se capturan y editan con un dispositivo Motorola One “Fusion“