- Los argentinos están entre los menores más hiperconectados de la región, junto con los brasileños.
- Tras el aislamiento, el 68% de los padres dijo sentirse más “cómodo” con que sus hijos usen dispositivos.
El dato surge de un estudio realizado por la compañía de tecnología Google a 3 mil familias de Argentina, Brasil, Chile, Perú, Colombia y México. La alta permanencia de tiempo online es generalizada: en promedio, el 75% de los chicos de la región está conectado de una a seis horas diarias. En Argentina contestaron la encuesta un total de 516 padres de chicos y adolescentes de 5 a 17 años.
El objetivo del estudio de Google publicado en el marco del Día de la Internet Segura fue “entender mejor el cambio en las costumbres que atravesamos las familias de estos países tras la pandemia y como resultado de las políticas de aislamiento”, escribió en un posteo oficial Adriana Noreña, actual vicepresidenta de Google para Hispanoamérica. Según Noreña, “el estudio se enfocó, específicamente, en indagar la experiencia de los padres frente a la educación virtual de sus hijos y cómo perciben el contacto con los dispositivos conectados a internet”.
El trabajo constató otro dato que parece ser una previsible consecuencia de la cuarentena, pero que puede traer aparejados cambios culturales significativos. El aislamiento y la virtualidad cambiaron la percepción de los padres sobre la educación vía internet. Eso explica este dato: cuando sus hijos deben recurrir frecuentemente a dispositivos para uso educativo, el 68% de los padres dijo sentirse más cómodo ahora que antes de que comenzara la pandemia.
Preocupaciones. Claro que no todas son rosas. El estudio mostró también cuáles son las principales preocupaciones de los padres cuando sus hijos usan la red: el 22% dijo estar preocupado por el grooming, seguido por el acceso a contenidos inapropiados (15%) y otro tanto –14,8%– mencionó el ciberacoso.
Microsoft también elaboró un informe sobre estas temáticas. Y relevó que las “buenas prácticas” y el buen trato online vienen cayendo en los últimos años: según el “índice de civilidad en línea”, comparando 2020 y 2021, uno de cada tres encuestados afirmó que la “civilidad” online empeoró el año pasado. Por otra parte, un 9% más de las personas encuestadas en la última edición afirmó “estar expuesta a información falsa o engañosa” en internet. Y aumentó un 6% el número de quienes declaran sentirse “solos” y “asustados” en el espacio digital. No fueron esos los únicos datos negativos. Según el relevamiento, se registró un 14% más de “incidentes” con haters (odiadores) e internautas extremistas y aumentaron un 6% los ataques personales y los comentarios negativos.
Para Luciano Monchiero, titular de la cátedra de Ciberdelitos y director de la Especialización en cibercrimen de Universidad Siglo 21, entre los principales desafíos a la seguridad online “hoy se pueden identificar las estafas”, dijo.
Y agregó: “En relación con la explotación de chicos, un gran problema es la distribución de imágenes no autorizadas. En tercer lugar se ubica la violencia de género digital, que se incrementa día a día producto de la hiperconexión de usuarios y de la utilización de tecnologías que, a veces, facilitan la impunidad de los actos que afectan derechos de mujeres y niñas”.
El experto sumó otro elemento en boga en estos días: “Tenemos que agregar las nuevas cadenas de distribución y venta ilegal de drogas, que también están sumando un elemento de inseguridad online, sobre todo en adolescentes. Suelen ser más activos en redes sociales y son los focos donde se están ofreciendo estos productos ilegales. Esto contribuye a la inseguridad online a través de las redes sociales”.
Más vulneradas. Las mujeres, adolescentes y adultas, experimentaron mayores riesgos en internet que los hombres entrevistados. En este sentido, el 55% de las mujeres manifestó haber vivido riesgos online, los cuales tuvieron consecuencias y sentimientos de dolor y preocupación por la desacreditación, la ridiculización, la humillación, es decir, la disminución de su credibilidad online, dice el estudio de Microsoft. “Esto se ve, por ejemplo, a través de redes sociales, en estructuras de organización de gobiernos, principalmente en áreas donde está muy marcado el género masculino. En lugares donde se juegan temas políticos está muy marcada la inseguridad porque se utiliza la tecnología para desacreditar, sobre todo a las mujeres que intentan mostrarse como una partícipe más de esos espacios”, agrega Monchiero.
Otra de las inseguridades que crecen es el acoso a través de fotografías o por comentarios que se realizan a través de plataformas sociales. Esto incrementa el factor de inseguridad “por miedo a recibir represalias y comentarios que afectan claramente al género”, determinan los expertos.
Enrique Garabetyan
Cómo hacer las denuncias
La ONG Argentina Cibersegura, publicó una guía para facilitar la denuncia de estos delitos.
NO BORRAR: No borrar, destruir o modificar la información que se posea en la computadora o dispositivo móvil relacionada al hecho. Recordar que siempre la integridad de la información es vital para poder seguir adelante con las causas penales que se inicien.
NO REENVIAR: Nunca reenviar los mensajes (correos electrónicos) constitutivos del delito.
DENUNCIAR: Realizar inmediatamente la denuncia ante la dependencia policial más cercana a su domicilio (comisaría de su barrio en cualquier lugar del país). Recordar que tienen la obligación de tomarlas.
GUARDAR: A los fines de resguardar correctamente la prueba, una vez realizada la denuncia, proceda de la forma en que el investigador le indique.
En CABA se puede denunciar en https://denuncias.fiscalias.gob.ar, seleccionando Delitos Informáticos, o llamando las 24 horas de forma gratuita a 0800 33 (FISCAL) 347225.