Es por el efecto protector del ejercicio moderado o vigoroso. Para encontrar este dato se siguió la salud de más de 11.000 personas a lo largo de 7 años.
Realizar 150 minutos de actividad física de intensidad moderada, como caminar rápido o bailar, por ejemplo, o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana como correr u otros deportes, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), reduce el riesgo de mortalidad en un 16 %, el riesgo de mortalidad cardiovascular un 27% y de accidentes cardiovasculares en un 12 %.
Y un detalle importante: escuchar música mientras se hace gimnasia y se entrena, simplifica y acompaña esta actividad saludable.
Así lo destaca un estudio reciente liderado por investigadores del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) y del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) que trabajan en el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM).
La pregunta concreta que querían responder era, ¿cuál es la cantidad mínima y la cantidad máxima de actividad física para optimizar los beneficios sobre la salud cardiovascular?
El trabajo, publicado en la Revista Española de Cardiología, también revela que al multiplicar por cuatro la práctica de estas recomendaciones se obtiene el máximo beneficio, pero por encima de esta cantidad no se observa ningún beneficio adicional. Por encima de esta cantidad, no se observa ningún beneficio adicional.
Para concretar el trabajo hicieron el seguimiento de 11.158 personas durante más de 7 años, todas procedentes del estudio REGICOR. Los datos de la actividad física de los participantes, personas de entre 25 y 79 años, se recogieron con unos cuestionarios validados, en los cuales se especificaban hasta 64 tipos de actividades, y se hizo seguimiento de los participantes.
Los accidentes cardiovasculares y la mortalidad (863 personas murieron durante el estudio), se identificaron con estos seguimientos y con el cruce de datos con el programa de analítica de datos para la investigación y la innovación en salud (PADRIS), del Departamento de Salud de la Generalitat.
Helmut Schröder, uno de los firmantes del estudio e investigador del CIBERESP y del IMIM, destacó: “los resultados del estudio indican que la práctica de actividad física de intensidad moderada-vigorosa se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y de mortalidad”
No se observaron diferencias por razón de edad o de género
En este sentido, Jaume Marrugat, también firmante del trabajo e investigador del CIBERCV y del IMIM, recordó que los resultados más interesantes son “que el beneficio ya se observa con dosis pequeñas de actividad física. Seguir las recomendaciones actuales de la OMS se asocia con una reducción del riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares del 12 % y de morir del 16 %”. A la vez, “el beneficio máximo se observa al multiplicar por 4 la práctica de estas recomendaciones, sin que se observe un beneficio adicional al incrementar la actividad física por encima de este nivel”.
Promover un estilo de vida saludable
Se calcula que la falta de actividad física es la responsable del:
- 6% de las enfermedades cardiovasculares,
- 7 % de la diabetes
- 9 % de la mortalidad prematura.
Los autores indican que “la práctica de actividad física no solo es una decisión individual, sino que también exige el compromiso de los organismos e instituciones públicos (ayuntamientos y otros gobiernos), para facilitar el acceso a la población a entornos donde se puedan realizar fácilmente estas actividades, tanto en entornos urbanos cómo rurales”.