- Hace unos días falleció Susana Gómez, la última sobreviviente de la gran epidemia de polio en Argentina.
- Susana utilizaba un pulmotor y vivía en un Hospital especializado.
La poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar parálisis en cuestión de horas. El virus se transmite de persona a persona, principalmente por vía fecal-oral o, con menos frecuencia, a través de un vehículo común, como el agua o los alimentos contaminados, y se multiplica en el intestino.
Los síntomas iniciales suelen ser fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas), y un 5% a 10% de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.
Una vida afectada por la polio
Susana Gómez vivió más de 45 años en silla de ruedas y durmiendo en un pulmotor que le permitía realizar algo que no podía hacer por sus propios medios: respirar, debido a que por la polio tenía los músculos paralizados, incluyendo los respiratorios.
La polio afecta sobre todo a lactantes y menores de cinco años y, si bien no tiene cura, se puede prevenir a través de la vacunación.
Por suete, hoy existen vacunas seguras y eficaces contra la poliomielitis, como la vacuna IPV o Salk cuyo esquema de vacunación se compone, desde el 1° de junio de 2020, por 3 dosis de la vacuna a los 2, 4 y 6 meses y un único refuerzo a los 5 años (edad de ingreso a la escuela primaria) 1.
Desde el Hospital de Rehabilitación Respiratoria María Ferrer, donde Susana vivió por más de 45 años, el médico especialista en Clínica Médica y Neumonología del Departamento de Diagnóstico y Tratamiento, Ricardo Del Olmo, destacó el compromiso y el trabajo del hospital para combatir desde un principio la gran epidemia de polio y, hoy, la pandemia de COVID-19.
“La vacunación hizo desaparecer eso tan terrible que ocurrió a fines de la década del 50 y comienzos de la década del 60. Desde la aparición de la polio, en el hospital hemos tratado a pacientes que fueron víctimas de la infección, quedaron con secuelas y debieron ser atendidas con asistencia respiratoria mecánica, tal como sucedió con Susana quien comenzó a ser paciente del hospital en una epidemia y falleció en otra pandemia. A lo largo de estos años, los pacientes pudieron desarrollar habilidades, a pesar de sus limitaciones motoras, recibirse de profesionales (como abogados y psicólogos, por ejemplo) y formar una familia. Todos ellos son imágenes de lo importante que es la vacunación universal para erradicar la polio del mundo y otras enfermedades potencialmente graves y/o hasta mortales”, aseguró Del Olmo.
Si bien el último caso confirmado de poliomielitis en América ocurrió en 1991, la amenaza continúa.
Según el Informe sobre el impacto de la pandemia SARS-CoV-2 en las coberturas nacionales de vacunación de Argentina del Ministerio de Salud de la Nación, las coberturas nacionales de vacunación en el país han registrado un descenso gradual y progresivo en el período 2009-2019. Por este motivo, resulta crucial informar a los argentinos sobre las potenciales consecuencias graves y/o hasta mortales de no completar los esquemas de vacunación.
El apoyo de los gobiernos nacionales y los donantes mundiales ha sido fundamental para los buenos resultados de la Región contra la poliomielitis salvaje y debe proseguir para lograr un mundo libre de poliomielitis. El éxito de las iniciativas para erradicar la poliomielitis a nivel mundial significará que ningún niño volverá a sufrir nunca más los terribles efectos de la parálisis permanente provocada por la infección.