- Se trata de una enfermedad crónica que se puede moderar con los tratamientos adecuados y cambios simples en el estilo de vida.
- La OMS estima que hay 537 millones de personas en todo el mundo con diabetes. Además, se asume que casi el 50% de quienes la tienen aún no lo saben.
Es, tal vez, una de las patologías más simples pero de más alto impacto sobre la salud pública. Puede prevenirse con cambios simples de hábitos y se la puede tratar perfectamente, desde hace décadas, con medicación conocida y efectiva. Sin embargo, hoy la diabetes afecta y condiciona la calidad y la expectativa de vida de 537 millones de adultos en el mundo. Y martilla sobre los parámetros de salud pública merced a que una de cada once personas es diabética. “Localmente, calculamos que hoy la cifra ronda los 3,8 millones de argentinos con diabetes, ya que casi el 13% de los mayores de 18 años tiene esta enfermedad”, detalló el doctor León Litwak, director del Taller de Posgrado en Diabetes del Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires.
Como se trata de un mal que evoluciona sin generar síntomas notables durante años, se calcula que casi la mitad de quienes ya la padecen aún no lo saben. Y lo más complejo es que todos los números están en aumento: los epidemiólogos calculan que, en 2045 –dentro de solo un par de décadas–, 783 millones de personas deberán convivir con esta patología.
“Sabemos por estudios poblacionales que su incidencia está creciendo en el mundo y también en Argentina”, le dijo a PERFIL Carla Musso, endocrinóloga y coordinadora de la sección Diabetes en Fundación Favaloro. “La última gran encuesta hecha por las autoridades concluyó que el 12,7% de todas las personas de más de 20 años informa tener diabetes. Y el porcentaje va aumentando con el paso de la vida. Por eso encontramos que al menos uno de cada cinco mayores de 65 años (20%) tiene diabetes”. Para completar el panorama, Musso recordó que “también estamos viendo con mayor asiduidad casos de chicos y adolescentes con diabetes tipo 2, algo que no era común hasta hace unos años”. La razón es que entre dicho grupo etario aumentan el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo, factores que se asocian directamente con un aumento de casos de diabetes.
Demora. Otro fenómeno que caracteriza hoy esta patología es que muchas personas conocen su estado en forma tardía. “Se enteran, a veces por casualidad, por ejemplo tras un examen preocupacional. Y para ese momento pueden estar sufriendo síntomas, tener ya problemas cardiovasculares, una retinopatía significativa, nefropatías u otras complicaciones”, advierte Aranguren. Y recuerda que “en estudios hechos a pacientes con diagnóstico reciente de diabetes se vio que del 20% al 25% de dichos casos ya posee algún grado de enfermedad renal. Algo similar ocurre con las retinopatías”.
Entre las dos “consecuencias” principales asociadas al avance de la diabetes sin el control adecuado figura el hecho de que facilita la aparición de enfermedades cardiovasculares y renales.
Por otra parte, la diabetes ya es la segunda causa de discapacidad general, según Aranguren, que también es directora de la Diplomatura en Riesgo Cardiometabólico y Renal en Diabetes de la UCES, “debido a la alta cantidad de pacientes con esta patología que terminan en diálisis o con amputaciones, o desarrollando una retinopatía que provoca ceguera”.
Para Aranguren, la mejor forma de encarar esta epidemia es que el médico y el paciente formen un equipo, capaz de trabajar juntos para mejorar el manejo de la diabetes y sus síntomas, y así poder cumplir las medidas para ir reduciendo la carga de esta enfermedad. Por su parte, Musso concluyó: “En nuestro país tenemos como materia pendiente mejorar el acceso a los tratamientos más efectivos, hacer más campañas de concientización general y trabajar educando a los profesionales de la salud, para que conozcan mejor todas las herramientas terapéuticas que hoy tenemos”.
Mascotas también
Tal como ocurre con las personas, las mascotas también pueden sufrir diabetes. De hecho se calcula que, en promedio, esta patología afecta a uno de cada 500 perros y gatos, aunque –tal como ocurre entre sus dueños– se supone que el número real es mucho más alto. También, como en las personas, si se la detecta a tiempo es posible darles un tratamiento veterinario que les asegure una buena calidad de vida. Los síntomas de las mascotas con diabetes son cambios en su comportamiento al momento de orinar, un aumento en la cantidad de veces que orinan. También un aumento en su consumo de agua y un mayor apetito, pese a que pueden tener pérdida de peso. También sufren cataratas. Entre los gatos suele darse debilidad de las extremidades posteriores. Las razas más propensas son el caniche, el pinscher el samoyedo, schnauzer miniatura, el beagle, el doberman y el golden retriever.