La cantidad de casos de bronquiolitis que se están registrando en la Argentina tienen en alerta a los sistemas de salud. La enfermedad suele afectar mayormente a los niños menores de dos años, pero también a los adultos mayores. ¿El causante? El virus sincicial respiratorio (VSR), cuya transmisión durante la pandemia de Covid-19 había quedado autolimitada debido a las medidas de prevención no farmacológicas, como el uso de barbijos, la distancia social, el aislamiento y el énfasis puesto en ventilar los ambientes cerrados (escuelas, transportes públicos, lugares con circulación constante de personas).
Ya aminorada la peor parte de la pandemia, los especialistas se están refiriendo a la existencia de una tripledemia: influenza, cuadros provocados por el VSR como bronquiolitis, y Covid-19. “La bronquiolitis es un cuadro respiratorio que afecta a niñas y niños menores de dos años, y especialmente, a los bebés menores de seis meses -explica Gabriela Bauer neonatóloga y presidenta del Consejo de Administración del Hospital de Pediatría Garrahan-. Es una enfermedad autolimitada, es decir que se resuelve de siete a 10 días. Produce obstrucción de las vías aéreas pequeñas, llamadas bronquiolos. Causa dificultad respiratoria, dificultad para alimentarse y para conciliar el sueño, entre otros problemas”.
Bauer agrega: “Después de la pandemia, el brote de VSR se presenta distinto a lo habitual. El pico que solía llegar a mediados de junio, alrededor de la semana epidemiológica 24, se adelantó a la semana 20, entre el 14 y 20 de mayo. Esto había pasado en el Hemisferio Norte, por eso estábamos, de alguna manera, preparados para esta situación. Si tomamos el período de fin de abril a fin de mayo, antes de pandemia, en 2019 teníamos alrededor de 400 internaciones por virus sincicial respiratorio. Este año, tenemos alrededor de 1.700 internaciones, es decir 3.5 veces más”.
El mayor problema es que, si se mira el momento del año por el que transcurre la Argentina, aún falta transcurrir los meses de frío más concreto del invierno. Desde el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires coinciden con Bauer, y advierten que “este fenómeno de aumento de casos, adelantamiento de la temporada y la virulencia de los mismos, se pudo ver en el hemisferio norte en su ultimo invierno. Acá lo empezamos a detectar a fines de abril, principios de mayo y para eso se preparó el sistema”, explican.
El ministro de salud de ese distrito, Nicolás Kreplak, explica que “la situación actual del pico de casos de bronquiolitis es grave, porque llega con muchos casos y con un adelanto de varias semanas. Es una situación que está sucediendo en todo el territorio, no es algo que ocurra únicamente en la Provincia de Buenos Aires. Podemos observar que para la semana epidemiológica 19 que corresponde a la segunda semana de mayo los casos ya están por encima de la primera semana de julio del año 2022, es decir la 27.¿Qué implica esto? En términos epidemiológicos, en la semana 27 las temperaturas son considerablemente más bajas.”
Prevención sanitaria
Esto advertía el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica en febrero pasado: “La temporada de RSV comenzó en la semana 6 de 2023, que comenzó el 6 de febrero de 2023. Entre los niños menores de 5 años, la tasa de detección del RSV se encuentra actualmente en niveles moderados y continúa aumentando considerablemente. En comparación con la circulación media de RSV entre 2014 y 2019, la tasa de detección de RSV parece estar aumentando más bruscamente en las últimas semanas”.
En marzo, informes realizados en los Estados Unidos alertaban también sobre una cantidad inusual de casos de bronquiolitis por VSR: “En promedio, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) informan que ha habido aproximadamente 43,4 hospitalizaciones asociadas con RSV por cada 100.000 personas hasta ahora en la temporada 2022-2023. Por lo general, la mayor parte de las hospitalizaciones asociadas con RSV son en niños menores de 1 año, según estudios previos. Es demasiado pronto para decir que la temporada de transmisión del RSV está cerrada por la llegada de las estaciones cálidas, los totales de casos semanales informados por los CDC significan un salto significativo en los primeros casos en comparación con años anteriores”.
¿Se hizo algo para prever una situación con tantas señales? Desde la gestión de Kreplak, afirman que se aumentaron las becas de contingencia para sumar mas personal, se redirigió a las y los promotores de salud del territorio a las guardias hospitalarias, se adaptaron espacios y se sumaron camas y se conformaron Centros de Operaciones de Emergencia distritales y hospitalarios según el caso para conformar salas de situación a nivel regional. El objetivo es tener información en tiempo real para poder atender, derivar y evitar demoras en la atención.
Mientras tanto la alarma crece. El temor es que las guardias hospitalarias lleguen a su tope. Kreplak recorre los medios explicando que el brote puede extenderse entre seis y ocho semanas más. Por eso, la prevención es básica.
Qué mirar
“Los síntomas por la infección causada por el VSR aparecen en general dentro de los cuatro a seis días, y no existe ningún tratamiento específico, aunque hay antivirales y también se emplea un anticuerpo monoclonal”, describe Daniela Hozbor, experta en vacunología, investigadora del CONICET y Premio Konex 2023. “El virus puede provocar infecciones más graves como la bronquiolitis, una una inflamación de las vías respiratorias pequeñas del pulmón y también neumonía, en particular en niños menores de un año de de edad”, agrega.
“Suele empezar como un resfrío que dura dos o tres días. Luego aumenta la tos y la dificultad respiratoria. En algunos casos puede causar fiebre, pero no es el síntoma predominante. Los signos de alerta son: dificultad respiratoria, complicaciones para tomar el pecho o alimentarse, hundimiento del pecho o utilización de los músculos del cuello o de la panza para poder respirar”, puntualiza Bauer.
Hozbor aclara cuál es la población de mayor riesgo: “Los chicos más chiquitos, los menores de tres meses, los prematuros y aquellos que tengan problemas crónicos de salud como cardiopatías, enfermedades pulmonares crónicas o que tengan compromiso en el desarrollo de la inmunidad tienen más riesgos de presentar formas más graves de la enfermedad. Hay que estar atento e ir al médico ante el menor síntoma respiratorio”.
¿Hay modo de prevenir los contagios, en momentos de alza de casos? “Para prevenir las enfermedades respiratorias es necesario reforzar los cuidados, realizar los controles pediátricos y vacunar contra la gripe a los niños y niñas de entre seis y 24 meses. También es importante ventilar los ambientes, porque el frío no enferma. Lo que enferma es el hacinamiento. Ventilar, limpiar las superficies y no enviar a las niñas y niños al jardín cuando están enfermos para disminuir la circulación de las personas y los virus”, enfatiza Gabriela Bauer.
Además, coinciden las expertas, es necesario mantener la lactancia, lavarse más frecuentemente las manos, evitar los amontonamientos de personas, no fumar en espacios cerrados y siempre lejos de las niñas, niños y adolescentes. “Si las y los adultos o cuidadores presentan síntomas respiratorios es imprescindible que utilicen barbijo”, acentúa la especialista del Garrahan.
Vacunas
La FDA de los Estados Unidos (similar en funciones a lo que es nuestra ANMAT) aprobó hace un mes la primera vacuna que protege contra el virus sincicial respiratorio y que se aplica en una dosis única a personas de 60 años y más. Todavía está pendiente la recomendación para su uso por parte del Comité de prácticas de inmunización de los Centros para el Control y la prevención de enfermedades del país del norte, que se reunirá este mes. Ya a fines de marzo la vacuna (cuyo nombre comercial es Arexvy) había obtenido la recomendación de la EMA, la agencia de medicamentos de la Unión Europea.
Aunque el VSR está mayormente ligado a los niños menores de dos años, también afecta a los adultos mayores. Especialmente a quellos que tienen factores o enfermedades de rieso, como trastornos pulmonares o sistemas inmunes debilitados. Los ensayos clínicos de fase 3, que se realizaron en aproximadamente 25.000 personas adultas mayores de 17 países y que fueron publicados en la revista especializada New England Journal of Medicine, muestran que la vacuna desarrollada por el laboratorio GSK tiene una eficacia del 83% en la prevención de enfermedad del tractor respiratorio inferior provocada por el virus. Y un 94% de eficacia en la prevención de enfermedad severa.