Un profesor de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, eligió viajar al pasado remoto de la cocina de la humanidad y hacer algunas de las recetas más antiguas de la historia de la civilización que se conservan talladas en piedras, y que fueron datadas en el año 1750 antes de Cristo. O sea, una receta de cocina pensada hace casi 4000 años.
Bill Sutherland preparó cuatro platos de un menú babilónico tallado en una tabla de piedra que fue descubierta en Medio Oriente, en la región ubicada entre los ríos Tigris y Eúfrates, y que abarca regiones de la actual Irak, Kuwait, Irán, Turquía y Siria.
Sutherland eligió recetas del libro “Ancient Mesopotamia Speaks: Highlights of the Yale Babylonian Collection”, editado por Angele Lassen, Eckart Frahm y Klaus Wagensonner.
Y, tal como pasa hoy en nuestra realidad, reflejó su experimento con fotos y comentarios en Twitter a través de un hilo que se hizo viral. Una verdadera “comida antigua viral”.
¿Será también sabrosa?
“Culpo a la cuarentena. Por alguna razón, decidí preparar antiguos platos babilónicos usando con algunas de las recetas escritras más antiguas que existen. Parece que salieron bien. Yo diría que es la mejor gastronomía mesopotámica que probé en mi vida”, escribió en su cuenta para comenzar un hilo de seis tuits.
El profesor no solo subió fotos de sus platos listo sino que también dejó comentarios acerca del sabor y de su propia perfomance . Uno de los platos fue un estofado de cordero: “Este fue simple y delicioso. Mezclamos el cordero desmenuzado con cebada y formamos pequeños pasteles (que hizo mi hija Tessa). El puerro triturado y la cobertura de ajo le dieron el toque picante”, escribió.
Siguiendo las indicaciones de los textos culinarios mesopotámicos, Sutherland preparó luego un plato llamado Tuh’u , que se estructura sobre la carne de pierna de cordero sazonado cpn con cilantro, ajo, comino, remolacha, cebollas, cerveza, puerro y grasa de oveja. Sobre el resultado escribió que “si bien se veía impresionante y lleno de sabor, creo que debería haberlo cocinado más tiempo para que la carne se desintegrara un poco más”.
El tercer plato sabía, en su opinión, algo simple y tal ez insípido: “Salteé el puerro y la cebolla y luego puse todo en el horno con migas de pan de masa madre. Se ve bien pero aburrido”, explicó el experto en biología de la conservación.
“Caldo de elamita. Hice trampa y reemplacé la sangre de oveja de la receta por salsa de tomate. Peculiar pero espeso y sabroso”, aclaró en la publicación de la cuarta y última receta.
¿Te animarías a cocinar y probar esas recetas?