- La primavera no sólo trae consigo el florecimiento de la naturaleza, sino que también se asocia a un aumento de los síntomas alérgicos que hoy ya afectan hasta un 25% de la población mundial.
- Los expertos coinciden en que las alergias, ya sean respiratorias, alimentarias o ocupacionales, están en crecimiento debido a la creciente contaminación ambiental y al mayor uso de productos químicos en el día a día.
Primavera: tiempo de Sol, de flores, de salidas al aire libre y de estornudos. Es que es el tiempo de aumento de los síntomas de alergias, una familia de patologías que afecta a alrededor del 25 % de la población global, con países en los que su prevalencia es aún mayor.
De hecho, lo más llamativo de esta patología es que, según la Organización Mundial de la Salud las proyecciones no son alentadoras y su incidencia está en aumento: “para el año 2050, la mitad de la población global se verá afectada –en algún grado– por alguna alergia”, por razones que se detallarán más abajo.
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Y es una patología que alcanza a grandes pero también a los chicos. De hecho, según los datos que consigna la propia Sociedad Argentina de Pediatría, “las rinitis alérgicas y el asma bronquial, constituyen hoy dos de los motivos que generan la consultas más frecuentes al consultorio del pediatra”.
Por otra parte, “se estima que 300 millones de personas tienen asma, y que esta patología provoca unas 250 mil muertes al año, la mayoría evitables”, comentó Damián Zopatti profesional del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires.
Un grupo de enfermedades inflamatorias
Las diferentes enfermedades alérgicas incluyen a la rinitis alérgica, la conjuntivitis alérgica, la rinosinusitis y el asma. Y muchas veces, en una significativa proporción de pacientes, varias de estas formas coexisten en simultáneo”, dijo la doctora Anahí Yáñez, especialista y directora médica del Centro de Investigaciones en Alergias y Enfermedades Respiratorias.
Según Yañez, un estudio reciente elaborado por la Asociación Argentina de Pacientes con Asma (AAPA) confirmó que “casi el 70% de estas personas también tuvieron diagnóstico de otras enfermedades alérgicas coexistentes como rinitis y conjuntivitis alérgica”.
La alergia ocurre cuando “nuestro sistema inmunológico reacciona de forma exagerada ante un alérgeno, lo toma como un invasor y trata de combatirlo”, explicó el alergólogo Jorge Szydlowski, experto en alergia de Centros de Salud DIM. Y agregó: “algunas son estacionales, es decir que ocurren en ciertas épocas del año (especialmente en primavera, por el aumento de la concentración de polen en el aire) y otras pueden darse cada vez que entramos en contacto con un alérgeno en particular que puede estar en un alimento, medicamento, polvo, insectos, pelos de mascotas, entre otros”.
Los síntomas de la alergia
Los expertos aclaran que “los síntomas de alergia pueden ser variados: desde picazón nasal, ocular, estornudos, secreción acuosa, dificultad respiratoria hasta picazón, acidez y náuseas”, En cuanto a su gravedad eso varía mucho según cada paciente: puede ir desde causar una irritación leve hasta provocar un shock anafiláctico, que es una situación potencialmente mortal”, comentó Szydlowski.
Por esta gran cantidad de enfermos y por lo molesto de sus síntomas en la vida cotidiana, es, además, una de las enfermedades que más automedicación genera, algo que tiene sus consecuencias sobre la salud pública ya que se venden grandes cantidades de fármacos de venta libre que permiten contener y “tapar” provisoriamente los síntomas. “Y eso facilita la postergación de la consulta con un especialista y retrasa el inicio del tratamiento real de las causas. Mientras, la enfermedad y sus manifestaciones se pueden ir agravando”, aseveró Yañez.
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Además de la molestia personal, la productividad laboral también se ve afectada por las ausencias y la disminución en el rendimiento de quienes sufren los síntomas alérgicos en forma severa. Y es que estas no solo disminuyen afectan la calidad de vida del paciente sino que provocan un costo económico significativo para las familias y al sistema de salud en general.
Una de las características de esta familia de patologías, y que ayuda a explicar el porqué del aumento de casos año tras año es que se la relaciona directamente con la creciente contaminación ambiental. “Una prueba de esto es que hay proporcionalmente muchos más casos de alergia en zonas urbanas que en las rurales ya que que la polución “potencia” la acción de los alérgenos que conocemos”, comentó Szydlowski.
Yañez, por su parte, añadió otro detalle: “el aumento de las alergias –en Argentina y también en el mundo– se debe a varios fenómenos superpuestos desde hace varias décadas. Por ejemplo el creciente uso de conservantes, colorantes, insecticidas, olores para perfumar los hogares, etc. Todos esos productos han hecho que –en los últimos años junto con la polución ambiental provocada por la quema de pastizales y el humo– se favorezcan los microclimas de cada una de las regiones y hace que las personas estén más sensibles a los alérgenos”.
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¿Qué hacer? La primera clave es lograr el diagnóstico correcto mediante la identificación del alergeno que la causa. Esto abre la puerta al tratamiento adecuado para prevenir estos síntomas y, además, la progresión de la patología.
Las bases de los tratamientos consisten en evitar —o al menos minimizar— la exposición al alérgeno y, en segunda instancia, el uso correcto de fármacos para mitigar los síntomas.
Alergias alimenticias
En todos los países también se registra, en niños y en adultos un aumento de las alergias alimentarias. Sólo en en menores, se calcula que el 5% de los chicos registra alergias de este tipo. Y no solo a ciertos “clásicos” (frutos secos, frutillas); también a alimentos mucho menos comunes. Los síntomas específicos de esta forma incluyen picazón, hinchazón de labios, náuseas y urticaria generalizada. “Hoy atendemos personas con alergias a la pimienta, a hierbas, al girasol, etc”, comentó Szydlowski. Y de acuerdo a los profesionales del Hospital de Clínicas de la UBA, las causas top de alergia alimentaria entre los chicos argentinos se asocian a proteínas de la leche de vaca y al huevo. Y en adultos, en cambio, a frutos secos, pescados y mariscos.
Algo llamativo es que en cada región del mundo las alergias alimentarias varían en su causa: en EE.UU el “gran” alergeno es el maní y en España la nuez.
Por otra parte, algunas formas de alergias son —irónicamente— a ciertos medicamentos y pueden manifestarse en forma inmediata o tardía. ¿Ejemplos? antibióticos de la familia beta-lactámicos y antiinflamatorios no esteroideos.
Finalmente, existe otro tipo de alergias particulares que son específicas a lugares de trabajo en ciertas profesiones. Estas “alergias ocupacionales” se originan en entornos laborales, afectando a panaderos, personal de salud, investigadores y trabajadores de la construcción.
