- Afecta a una proporción significativa de esa población: el 15% de los hombres entre 40 y 49 años sufren pérdidas involuntarias de orina.
- Esta cifra se eleva al 20% en los mayores de 60 y hasta al 70% en octogenarios.
- Sin embargo, un cuarto de los afectados no busca tratamiento.
La incontinencia urinaria masculina es un problema de salud extendido. Que no es grave, claro, pero que –por sus representaciones y simbología– afecta mucho la calidad de vida de quienes lo padecen. Y este grupo no es menor: se calcula que, a partir de los 60 años, el 20% de los varones sufren pérdidas involuntarias de orina.
El detalle del número es interesante: ¿Cuántos varones atraviesan esta situación? “Depende mucho del grupo etario”, aclaró el doctor Christian Cobreros, director médico del Instituto Urológico y Coloproctológico Buenos Aires. Y detalló: “para darse una idea, se calcula que -en el grupo de varones de 40 a 49 años- este cuadro clínico alcanza hasta al 15% de los hombres“. Y todo esto, sin considerar que es también un problema de niños.
Y es una proporción que sube con el paso de los años. Por ejemplo, en el grupo de quienes inician su séptima década, los afectados ya llegan al 20%. “O sea, uno de cada cinco varones sesentones padece episodios de incontinencia urinaria”, resumió este experto. Esta situación sigue elevándose. Y en mayores de 80 años la prevalencia alcanza del 60 al 70%. Además, si el paciente está institucionalizado (en un geriátrico) aún es más alta”. De hecho la incontinencia es uno de los factores que más influyen a la hora de decidir a la familia a ingresarlo en una institución. Y es también una causa importante de aislamiento social y generadora de un severo malestar psicológico.
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Pero hay otra cifra que ayuda a redondear la magnitud de este tema. Según Cobreros, “algo llamativo es que sabemos que, aproximadamente uno de cada cuatro de estos varones (el 25%), directamente no consulta con ningún profesional acerca de su problema. No sabemos del todo bien el porqué pasa esto –ya sea vergüenza, miedo al tratamiento u otra razón–. Pero es una realidad que vemos y escuchamos en el consultorio a diario”.
ORIGENES DE ESTE CUADRO
La incontinencia es una situación médica con sus particularidades: “muchas veces la causa de este cuadro está ligada a algún trastorno neurológico: enfermedad de Párkinson, Esclerosis Múltiple o – incluso– un accidente cerebrovascular (ACV)”, enumeró el especialista. Pero aclaró: “hay otros pacientes que tienen un cuadro de incontinencia temporario y sabemos que van a mejorar con el tiempo”.
Otra situación común es cuando la incontinencia aparece ligada a alguna enfermedad crónica común, como la diabetes, que provoca una neuropatía periférica y afecta a los nervios ligados a la vejiga. Y en ese tren también se asocia la incontinencia con la obesidad.
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Una tercera situación, especialmente en personas más jóvenes, es cuando la pérdida de orina está ligada a situaciones como ciertos tratamientos de un cáncer de próstata.
Algo importante es que la medicina especializada ofrece diferentes alternativas terapéuticas que pueden curar, o al menos mejorar, la situación de pérdida de orina. “Y, por ejemplo, esto puede ayudar a postergar la internación en un geriátrico y mejorar tanto la calidad de vida del paciente como la de su familia.
Las opciones de tratamientos son variadas: “tras analizar a cada paciente evaluamos las posibilidades. Y entre ellas tenemos rehabilitación (tipo kinesiológica), otras son intervenciones quirúrgicas y hay algunas opciones intermedias, como algunas medicaciones o la aplicación de toxina botulínica“, detalló Cobreros.
Y culminó: “Y aparecen nuevas opciones con frecuencia. Por ejemplo, ya se está comenzando a usar una especie de “marcapaso” que se implanta en forma subcutánea y ayuda a regular el funcionamiento de la vejiga. Eso también contribuye a mejorar la situación”. El experto cerró: “hoy en día, a todos los pacientes con incontinencia, la medicina puede ofrecer alguna terapia que mejore su calidad de vida”.